Mientras el gobernador, Doug Ducey, quiere centrarse en la educación, la seguridad fronteriza y el agua, durante su octava y última sesión legislativa, la bancada demócrata, enfoca su esfuerzo en el combate a la pandemia y en intentar evitar la opresión al voto, al iniciar la sesión legislativa 2022, que se prevé será de fuerte choque político.
El republicano Ducey, que asumió el cargo en 2015 con la promesa de reducir los impuestos cada año y lograr que los impuestos sobre la renta estén lo más cerca posible de cero, culminó con la firma el año pasado de un proyecto de ley que reduce los impuestos al 2,5% para todos: un pequeño recorte para las personas con bajos ingresos y una gran ayuda para los contribuyentes más ricos.
Además de los impuestos, es probable que la sesión legislativa esté dominada por un puñado de temas, como las elecciones, la educación y el agua.
Los legisladores republicanos que cuestionan infundadamente la legitimidad de la presidencia del presidente Joe Biden están ansiosos por imponer nuevas reglas y restricciones en torno a la votación, que los demócratas temen que privará a los votantes de sus derechos.
Sobre la educación, Ducey ya ha dicho que quiere controlar el poder de las juntas escolares locales, mientras sistema escolar también enfrenta una gran crisis de financiamiento debido a un límite constitucional de gastos, que se proyecta que el estado alcanzará esta primavera.
Una caída temporal en la matrícula debido a la pandemia fijó el límite del gasto escolar en un nivel artificialmente bajo al mismo tiempo que entró en vigor un nuevo impuesto para la educación y a menos que los legisladores eliminen el límite, las escuelas públicas de todo el estado se verán obligadas a recortar más de $1,000 millones en gastos, lo que probablemente provocará el despido de maestros y personal a mediados del año escolar.
Con el estado en una sequía prolongada y una escasez de agua del Río Colorado que obliga a los recortes, los legisladores también están programados para considerar gastar mucho para apuntalar los suministros, incluida la nueva infraestructura potencial.
El Partido Republicano tiene mayorías estrechas en la Cámara y el Senado y no tiene margen de error: cualquier legislador republicano puede hundir un proyecto de ley.
Ducey llegó a su límite de mandato, y es probable que su último año en el cargo se vea cada vez más eclipsado por la reñida carrera para reemplazarlo como gobernador.
“Tengo la intención de ser gobernador hasta el día y me siento orgulloso de ser uno de los pocos que puede dar un octavo informe de gobierno, así que trabajaremos duro durante éste sesión y lo que resta de mandato”, dijo.
La visión demócrata
Antes del informe de Ducey, los demócratas, que son el partido minoritario en ambas cámaras de la Legislatura dio a conocer un “Plan para un mejor Arizona” de siete puntos que, de cara al año electoral, cubre temas candentes como la educación, la integridad electoral y los derechos reproductivos.
También presenta las ambiciones de los demócratas para la recuperación de la pandemia, la salud comunitaria, la justicia penal y las preocupaciones sobre el agua y el clima.
“Como líderes electos, estamos comprometidos a aprovechar esta oportunidad para proteger y mejorar la educación pública y expandir la justicia, la equidad y la prosperidad para todos los arizonenses”, dijo el líder de la bancada, Reginald Bolding.
“Frente a una pandemia que todavía está cobrando vidas e impactando nuestra economía y nuestras comunidades más vulnerables, nuestras prioridades siguen siendo claras”, agregó la senadora Rebecca Ríos.
La sección de recuperación ante la pandemia del plan de los demócratas reprende directamente al gobernador, diciendo que “ha abandonado Arizona a COVID-19”.
“La conclusión es esta: nuestros caucus están unidos en torno a una agenda que invierte en lo que es importante para los arizonenses, las familias trabajadoras y brinda oportunidades para todos”, dijo Bolding.
Los demócratas no pueden aprobar legislación que no tenga apoyo bipartidista porque el partido de Ducey tiene una ventaja de dos escaños en cada cámara.
Lo acusan de corrupción
El Partido Demócrata de Arizona calificó a Ducey como el gobernador republicano menos popular del país, con su administración bajo investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y deja un legado lleno de corrupción, tratos con información privilegiada y mala gestión.
En comunicado de prensa, señalaron que la administración de Ducey está siendo investigada por el FBI después de que intentaron reembolsar hasta $100 millones en dólares de los contribuyentes a las grandes corporaciones representadas por uno de sus donantes políticos, e incluso despidieron a los empleados del gobierno que se interpusieron en el camino.
“Ducey también tuvo su presupuesto distintivo rechazado por unanimidad por la Corte Suprema de Arizona. Y como el saco de boxeo favorito del expresidente Trump, Ducey se ha quedado callado incluso cuando Trump continúa reprendiéndolo y alimentando mentiras y conspiraciones en torno a una elección decidida hace más de un año”, añade.
