Mientras regiones frías atienden a casi la totalidad de sus hogares elegibles, en Arizona solo una fracción mínima recibe ayuda, pese a enfrentar veranos récord con temperaturas mortales. Foto: Cortesía / Freepik
Los senadores de Arizona, Mark Kelly y Rubén Gallego, presentaron el Programa de Asistencia Energética de Bajos Recursos (LIHEAP, por sus siglas en inglés) una propuesta legislativa que busca corregir la distribución desigual de fondos federales destinados a ayudar a hogares vulnerables a pagar sus facturas de energía.
La iniciativa prioriza a estados como Arizona, donde el calor extremo y el crecimiento poblacional exigen un apoyo urgente.
LIHEAP, el principal programa federal para asistencia energética, actualmente beneficia en mayor medida a estados con inviernos severos debido a una fórmula de repartición obsoleta.
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Mientras regiones frías atienden a casi la totalidad de sus hogares elegibles, en Arizona solo una fracción mínima recibe ayuda, pese a enfrentar veranos récord con temperaturas mortales.
“Las familias arizonenses merecen el mismo respaldo que quienes luchan contra el frío extremo. Este cambio garantizará que la asistencia llegue donde realmente salva vidas”, afirmó Kelly.
Mientras Rubén Gallego añadió: “Nadie debería elegir entre pagar la luz o arriesgar su salud durante una ola de calor. Es hora de terminar con esta injusticia”.
Apoyo en el estado
La gobernadora Katie Hobbs respaldó la propuesta, recordando que Arizona implementó recientemente su primer Plan de Preparación para Calor Extremo: “Por décadas, el sistema federal ha ignorado nuestra realidad. Esta ley es un paso crítico para proteger a nuestras familias”, declaró.
Katie Hobbs añadió que: “Arizona merece recursos que reflejen la crisis climática que vivimos”.
Monica Whiting, vicepresidenta de APS, destacó que las facturas eléctricas en verano suelen duplicarse por el uso de aire acondicionado, esencial para sobrevivir: “Apoyamos esta reforma, que asegurará recursos equitativos para los más vulnerables”. Dallas Dukes, ejecutivo de Tucson Electric Power, coincidió: “El enfriamiento no es un lujo, es una necesidad en comunidades con calor extremo”.
Organizaciones locales como Wildfire subrayaron que, aunque miles de hogares en Arizona califican para LIHEAP, solo una minoría recibe ayuda.
“La asistencia energética es un tema de vida o muerte para adultos mayores, personas con discapacidades y familias de bajos ingresos”, explicó Kelly McGowan, directora de la entidad.
Vanessa Kisicki, de la empresa SRP, recordó que Phoenix enfrentó recientemente una de las temporadas de calor más largas de su historia, con semanas consecutivas de temperaturas peligrosas: “LIHEAP es un salvavidas. Necesitamos fondos que reflejen esta emergencia crónica”.
¿Qué cambiaría la ley?
El proyecto eliminaría cláusulas transitorias de la fórmula actual, que perpetuaron por décadas el desbalance. En su lugar, priorizaría factores como días con temperaturas extremas (tanto altas como bajas), densidad poblacional y costo energético regional. Esto beneficiaría a Arizona, donde la población crece rápidamente y las olas de calor se intensifican año tras año.
La iniciativa deberá ser debatida en comisiones del Senado antes de llegar a votación. Kelly y Gallego confían en sumar apoyo bipartidista, destacando que múltiples estados del sur y suroeste de Estados Unidos enfrentan desafíos similares.
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LIHEAP fue creado en la década de 1980, cuando el cambio climático no era una prioridad legislativa. Arizona, hoy uno de los estados con mayor crecimiento demográfico en Estados Unidos, alberga a comunidades rurales y urbanas donde el acceso a refrigeración es una cuestión de supervivencia.
Mientras tanto, organizaciones en Arizona continúan trabajando para conectar a más familias con los recursos existentes, aunque admiten que la demanda supera ampliamente la ayuda disponible.