Lanzan iniciativa gratuita en español diseñada para enseñar hábitos de prevención a niños desde preescolar hasta quinto grado, sin necesidad de acceso a una piscina. Foto: Cortesía / Freepik
La Cruz Roja Americana relanzó este verano su programa “Longfellow’s WHALE Tales: Seguridad acuática infantil” en español, una iniciativa gratuita diseñada para enseñar hábitos de prevención a niños desde preescolar hasta quinto grado, sin necesidad de acceso a una piscina. La adaptación lingüística buscó cerrar brechas en comunidades hispanas, donde casi la mitad de los menores tiene habilidades limitadas de natación, según datos de la organización.
El acrónimo WHALE Tales “Water Habits Are Learned Early” (Los hábitos acuáticos se aprenden desde temprano)— rinde homenaje al comodoro Wilbert E. Longfellow, fundador del primer cuerpo de salvavidas de la Cruz Roja en 1914. El programa, pionero en seguridad acuática en Estados Unidos, contribuyó históricamente a reducir los ahogamientos accidentales en casi 90% durante el siglo pasado. Su renovación incluyó personajes animados, situaciones cotidianas, rimas y canciones adaptadas culturalmente para niños hispanohablantes.
Alex Villa, director de Participación Latina de la Cruz Roja, destacó la urgencia de la versión en español. “Garantizar acceso a información crítica, sin importar el idioma, es vital para que las familias participen activamente en la prevención de tragedias”, afirmó.
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La medida respondió a estadísticas que revelan que el 45% de los niños latinos no saben nadar o tienen dificultades, elevando su riesgo en entornos acuáticos.
Las lecciones, divididas en módulos breves y adaptados por edad, abarcan desde seguridad en piscinas hasta ríos y playas. Cada tema se refuerza con frases rimadas para facilitar la retención.
“Enseñamos a tomar buenas decisiones en, sobre y alrededor del agua”, explicó Connie Harvey, directora de Programas Acuáticos de la organización.
Recursos para todos
El programa se diseñó para ser implementado por educadores, líderes juveniles o familias. En el sitio web de la Cruz Roja, los materiales descargables incluyen planes de lecciones, videos interactivos y guías de discusión para padres. “Cualquiera puede impartir WHALE Tales, el conocimiento empodera a los niños y hace las actividades más seguras”, señaló Harvey.
Para comunidades con barreras de acceso a clases formales de natación, la iniciativa se presentó como una alternativa clave. «No se necesita ser experto. Basta con seguir los recursos paso a paso», agregó Villa. Entre los temas destacados estuvieron el reconocimiento de corrientes peligrosas, el uso de chalecos salvavidas y la importancia de nadar siempre bajo supervisión.
La Cruz Roja recordó que su enfoque en seguridad acuática nació hace más de un siglo, cuando Longfellow popularizó lemas como “Aprende a nadar” para combatir ahogamientos masivos en la era industrial. Hoy, el modelo sigue vigente, combinando educación preventiva con técnicas de supervivencia.
Además de WHALE Tales, la organización ofrece cursos de capacitación para instructores y campañas de concientización sobre riesgos en lagos, piscinas privadas y parques acuáticos. Su meta, según Harvey, es «”transformar el agua en un entorno seguro para todos, sin excepciones”.
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La Cruz Roja enfatizó que la seguridad acuática no se limita al verano. Inundaciones, paseos en bote o juegos en bañeras representan riesgos anuales, especialmente en hogares con menores. Por ello, el programa incluyó escenarios diversos, desde un día en la playa hasta emergencias domésticas.
La adaptación al español también consideró tradiciones culturales, como visitas a ríos durante festividades o el uso de albercas inflables en patios. “Quisimos reflejar realidades de las familias latinas. La prevención debe ser tan diversa como las comunidades a las que servimos”, finalizó Villa.