Ante el tiroteo ocurrido este jueves, la FSU canceló todas las clases y eventos deportivos hasta el domingo. Foto: Cortesía / Facebook Florida State University
Un tiroteo en la Universidad Estatal de Florida (FSU, por sus siglas en inglés) este jueves dejó al menos seis personas heridas, incluyendo una en estado crítico, antes de que las autoridades detuvieran a un sospechoso. Tres funcionarios de las fuerzas del orden confirmaron a medios locales que solo hubo un atacante, descartando inicialmente la participación de cómplices.
La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) está investigando los números de serie de las armas recuperadas en el lugar, según un funcionario federal.
Mientras tanto, el FBI de Jacksonville desplegó recursos para apoyar a las autoridades estatales y locales, según confirmó otra fuente oficial; la policía llegó al campus de la FSU tras una alerta de “tirador activo” cerca del edificio de la Unión Estudiantil, donde se reportaron al menos 30 disparos.
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El centro médico Tallahassee Memorial HealthCare recibió a seis heridos, uno en condición crítica y cinco graves, según un portavoz y aunque inicialmente se desconocía la gravedad de las lesiones, el hospital aseguró que sus equipos estaban “totalmente movilizados” para atender a las víctimas.
Estudiantes como Emily Palmer, de 21 años, describieron escenas de caos: “Escuché disparos y vi gente corriendo. Estoy temblando”, dijo.
“Es algo horrible”: Donald Trump
El presidente Donald Trump fue informado del incidente en la FSU y lo calificó como “una pena, algo horrible” durante una conferencia en la Oficina Oval y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que la administración monitoreaba la situación.
Por su parte, el gobernador Ron DeSantis expresó en redes sociales: “Nuestras oraciones están con la familia de la FSU”.
Ryan Cedergren, estudiante de comunicación, relató cómo se refugió con 30 personas en una bolera del campus: “En ese momento, era cuestión de supervivencia”.
Otros, como Joshua Sirmans, fueron evacuados por la policía con las manos en alto desde la biblioteca; Richard Rind, empleado de la universidad, escuchó los disparos mientras estaba confinado en un edificio cercano: “Había vehículos de emergencia por todas partes”.
La universidad canceló todas las clases y eventos deportivos hasta el domingo, estableciendo un centro de reunión en el Donald L. Tucker Civic Center para asistencia psicológica.
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Este incidente revive el trauma del tiroteo de 2014 en la biblioteca de la FSU, donde tres personas fueron heridas; según el Gun Violence Archive, este es el tiroteo masivo número 80 en Estados Unidos en 2025.
Aunque el sospechoso está detenido, las autoridades no han revelado su identidad ni motivos. Mientras tanto, la comunidad universitaria enfrenta el desafío de sanar. Como resumió Fred Guttenberg, activista contra la violencia armada y padre de una víctima de Parkland: “Algunos sobrevivientes de 2018 vivieron hoy su segundo tiroteo. Esto debe terminar”.