En un instante puede cambiar para siempre la vida de una familia feliz. CORTESIA: FAMILIA NAVARRETE
Flamazo los deja con serias quemaduras y una larga recuperación; estan solicitando ayuda
Hacer tamales en una hornilla para compartir con familiares, amigos, vecinos y hasta para la venta, es una práctica común para las familias hispanas, pero también resulta peligroso, como lo descubrieron Reyna y Gustavo Navarrete, que resultaron seriamente lesionados por un flamazo provocado por un tanquecito de gas propano.
“Pusimos la olla de tamales en una hornilla que hemos usado durante años, pero está vez al prenderla, hizo explosión, yo estaba agachada y recibí directo el flamazo”, recuerda Reyna.
“No sentía nada porque estaba en shock, lo único que recuerdo es que salí a buscar a mis niñas, que afortunadamente estaban en el cuarto, pedimos ayuda a los vecinos y después de que llegaron los bomberos ya no recuerdo nada”, dijo Reyna, quien de hecho pasó varios días en coma y meses hospitalizada con quemaduras de tercer grado en el 72 por ciento de su cuerpo.
Al momento del percance Gustavo su esposo, estaba a su lado y al sentir el impacto saltó desde la terraza en el segundo piso.
“Me regresé como pudo a ver como estaba Reyna y las niñas y tratar de ayudar”, dijo Gustavo que se está recuperando de quemaduras de tercer grado en su brazo izquierdo, mano y dos piernas, tiene la pierna derecha rota y durante semanas no pudo caminar.
El accidente se registró el 17 de septiembre y la pareja estuvo en el Arizona Burn Center recibiendo atención por quemaduras de tercer grado que sufrieron después de usar el tanque de propano defectuoso y apenas hace unos días fueron dados de alta y regresaron a su humilde departamento ubicado en el oeste de Phoenix.
El dolor físico que están soportando no es nada comparado con el dolor de estar lejos de sus hijas, quienes fueron llevadas de regreso a Puerto Peñasco, Sonora, México, con sus familiares.
“Es algo muy difícil para cualquiera. Por la noche no puedo dormir porque me duelen las piernas. Me despierto cada dos horas”, dijo Gustavo
Sin embargo otra dolorosa realidad es que los gastos se están acumulando porque ninguno de los dos puede trabajar y por ello les ayudaron a crear una página de GoFundMe para recolectar dinero y salir de los gastos más apremiantes.
“No es algo que me guste, estoy impuesto a sacar adelante a mi familia, pero no puedo hacerlo en estas condiciones, tal vez dentro de unas semanas pueda dejar el bastón y regresar al trabajo, pero mientras tanto agradecemos mucho la ayuda que nos puedan brindar”, dijo Gustavo.
La pareja agradeció a Valleywise Health y el Arizona Burn Center por los cuidados que les dieron durante casi 2 meses, al igual que a sus vecinos que han sido su mayor soporte en éstos tiempos difíciles.
Reyna tendrá que someterse a cirugías reconstructivas y seguimiento con fisioterapia, pues tiene quemados brazos, pecho y piernas, sin embargo sigue agradecida de estar viva para contar su experiencia.
“Que esta tragedia sirva al menos para prevenir a otras personas sobre el uso de los tanques de gas propano tan comunes para parrillas y cocinar fuera de la estufa, nos dicen que muchos tienen mucho aire y por eso no funcional bien”, señaló.
El tanque de propano era nuevo y recién comprado en una de las tiendas Circle K, pero aparentemente no estaba en las mejores condiciones, aunque no ha habido un peritaje oficial que aclaré lo que realmente sucedió esa trágica tarde.
Un portavoz de Arizona Burn Foundation, dijo: “Las quemaduras son muy traumáticas de todos modos, y si le pones propano, el calor es muy alto”.
El Departamento de Bomberos señala que las quemaduras relacionadas con tanques de propano ocurren con demasiada frecuencia durante los festejos de fin de añi.
“El mantenimiento es el gran problema. Si no lo mantiene, se convertirá en un problema. Y cuando explota, deja un agujero muy grande y dañino en el suelo, pero también daña a la gente. Mucha gente”, señalan.
La recomendación es que las personas hagan que un profesional inspeccione sus tanques cada año; antes de usar un tanque, dijo que la gente debería comprobar si hay fugas de gas escuchando cualquier silbido y buscando grietas o curvas en las tuberías, se conseja además utilizar tanques de propano en un espacio abierto y mantener alejados a los niños.
Es el mismo mensaje que Gustavo espera que la gente tome en serio. “Tengan mucho cuidado porque la explosión de un tanque de propano te cambiará la vida. Podrías perder la vida. Mi esposa y yo casi morimos”, dijo Navarrete.
La familia tiene una página de GoFundMe para recaudar dinero para sus facturas médicas y ayudar a mantener a sus hijas mientras no pueden trabajar, si usted quiere ayudar, busque “Donate to help Reyna and Gustavo”, para hacer su aportación.
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