Nikolas Cruz, el atacante de la masacre en Parkland en 2018, evitó la pena de muerte, luego de que el jurado recomendara sentenciarlo a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de 17 personas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas. Una decisión que sorprendió a las familias de las víctimas.
Ahora bien, la recomendación del jurado no representa una sentencia formal. La jueza de circuito de Broward Elizabeth Scherer deberá emitir el fallo oficial contra Cruz, en una audiencia el próximo 1 de noviembre, a las 9:00 a.m., hora de Miami. Bajo la ley de Florida, ella no puede apartarse de la recomendación del jurado.
Para un veredicto de sentencia de muerte contra Cruz, la decisión de los jurados debía ser unánime, según exigen las leyes estatales.
Las familias de las víctimas inclinaron o sacudieron sus cabezas mientras se leía el veredicto por cada una de las 17 personas que Cruz mató. El jurado determinó que los factores agravantes que presentaron los fiscales estatales no superaron las circunstancias atenuantes: algunos aspectos de la vida y educación de Cruz, que según sus abogados defensores justificaban la cadena perpetua en lugar de la pena de muerte.
Ninguno de los miembros del jurado miró en dirección a las familias de las víctimas mientras se leían los veredictos. Cruz, flanqueado por sus abogados, vestía un suéter azul y gris sobre una camisa con cuello y anteojos. Se sentó inexpresivo en la corte, mirando hacia la mesa frente a él.
El 14 de febrero de 2018, Nikolas Cruz, que tenía 19 años en ese momento, disparó dentro de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, y mató a 17 personas, entre alumnos y docentes. Cruz era exalumno de esa escuela secundaria de Florida, y había sido expulsado por razones disciplinarias no especificadas.
Hace casi un año, el 20 de octubre de 2021, Nikolas Cruz se declaró culpable de 17 cargos de asesinato y 17 cargos de intento de asesinato, por lo que se considera el tiroteo más mortífero en una escuela secundaria en la historia de Estados Unidos. Su declaración de culpablidad llegó más de tres y años y medio después de la masacre, que marcó a una comunidad y generó un movimiento de protesta nacional masivo contra la violencia armada en las escuelas de EE.UU.
“Lamento mucho lo que hice, tengo que vivir con eso todos los días”, dijo Cruz en ese momento, visiblemente emocionado. “Y si tuviera una segunda oportunidad, haría todo lo que esté en mi poder para tratar de ayudar a los demás. Estoy haciendo esto por ustedes. Y no me importa si me creen, yo los amo y sé que no me creen, pero tengo que vivir con esto todos los días”.
Cruz dijo en ese momento que tiene pesadillas en las noches “y a veces no puedo vivir conmigo mismo”. Y agregó que “trata de seguir adelante porque sé que eso es lo que ustedes querrían que hiciera”.
El equipo de defensa de Cruz había ofrecido tiempo antes una declaración de culpabilidad a cambio de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, pero solo si los fiscales eliminaban la posibilidad de la pena de muerte. Algo que los fiscales rechazaron.
Los argumentos en el caso
Cuando Cruz se declaró culpable, el juicio avanzó directamente a la fase de sentencia, en la que los jurados debieron decidir la pena que recomiendan. En su deliberación, sopesaron los factores agravantes y las circunstancias atenuantes ––razones por las que Cruz debía o no ser ejecutado–– que presentaron la acusación y la defensa durante el juicio.
Los fiscales pidieron la pena de muerte para el atacante. Y, ante el jurado, argumentaron que la decisión de Cruz de perpetrar el tiroteo, además de ser especialmente atroz o cruel, fue premeditada y calculada y no, como sostuvo la defensa, estuvo relacionada con algún déficit neurológico o intelectual. Para ilustrar su punto, los fiscales detallaron la minuciosa planificación del tiroteo de Cruz. También como los comentarios que hizo en línea expresando su deseo de cometer un tiroteo masivo.
Por su parte, los abogados defensores dijeron que Cruz tenía trastornos del desarrollo neurológico, derivados de la exposición prenatal al alcohol. Para ello presentaron pruebas y testigos que afirmaban que su madre biológica había consumido drogas y bebido alcohol mientras estaba embarazada de él. La madre adoptiva de Cruz no informó sobre este hecho a los profesionales médicos y de salud mental ni a los educadores, lo que le impidió recibir las intervenciones adecuadas, afirmó la defensa.
En los argumentos finales de este martes, los fiscales señalaron que la decisión de Cruz de ejecutar el tiroteo fue deliberada y cuidadosamente planeada. Mientras, los abogados defensores de Cruz ofrecieron evidencia de una vida de dificultades en el hogar y en la escuela.
“Lo que quería hacer, cuál era su plan y lo que hizo, fue asesinar a los niños en la escuela y a sus cuidadores”, dijo el fiscal Mike Satz este martes. “La pena adecuada para Nikolas Cruz es la pena de muerte”, concluyó.
Sin embargo, la abogada defensora Melisa McNeill dijo que Cruz “es una persona con daño cerebral, quebrantada y mentalmente enferma, por causas ajenas a él”. Ella señaló la afirmación de la defensa de que la madre de Cruz consumía drogas y bebía alcohol mientras estaba embarazada de él, diciendo lo “envenenaron” en su matriz.
“¿Y en una sociedad humana civilizada, matamos a personas con daño cerebral, enfermos mentales y quebrantados?”, preguntó McNeill este martes. “¿Eso hacemos? Espero que no.”