Aun se desconoce el impacto que tendrán en la educación pública
Muchas preguntas sobre cómo el sistema de becas universales de Arizona afectará el financiamiento de las escuelas públicas y el presupuesto estatal, siguen sin respuesta antes de la reunión final de un comité temporal de supervisión legislativa.
Una de las preguntas más evidentes es cuántos nuevos estudiantes de la Empowerment Scholarship Account (ESA), ya fueron educados en casa o asistieron a una escuela privada antes de recibir un bono y cuántos provienen de escuelas públicas.
Saber cuántos de los estudiantes en el programa nunca han asistido a una escuela pública y cuyos pagos de ESA son un nuevo costo para el estado es importante para medir los ahorros.
Pero los padres que reciben fondos del gobierno para enviar a sus hijos a escuelas privadas o educarlos en casa a través del programa estatal sienten más pasión que nunca por cómo el programa beneficia a sus hijos.
El programa de bonos existe desde 2011, cuando se creó originalmente para ayudar a los estudiantes de educación especial y posteriormente se amplió gradualmente para incluir a los estudiantes que asistían a escuelas públicas con calificaciones reprobatorias, o aquellos en familias militares o de crianza, pero la legislatura amplió drásticamente el programa el año pasado para que los vales ESA estén disponibles para todos los estudiantes K-12 en Arizona.
El presupuesto estatal de 2024 se basó en el supuesto de que 68,380 estudiantes participarían en el programa ampliado a un costo total de $625 millones, pero ha superado ambas estimaciones, con 70,173 estudiantes actualmente matriculados y un costo esperado de alrededor de $780 millones antes de que finalice el año fiscal el próximo verano.
El programa también ha recibido el escrutinio de los demócratas, quienes lo han criticado por financiar pases para estaciones de esquí, lecciones de conducción de automóviles de lujo y pianos, entre otros gastos revelados recientemente en una investigación periodística y es que son pocas las medidas de rendición de cuentas por parte del Departamento de Educación de Arizona.
Las escuelas públicas reciben alrededor de $12,000 en financiamiento por estudiante, mientras que el beneficiario promedio de la ESA recibe alrededor de $9,000, por lo que parecería que el programa debería proporcionar ahorros significativos al estado.
Pero sólo una fracción de los fondos que se destinan a las escuelas públicas proviene del estado, a un máximo de $6,700 por estudiante, y el resto proviene de varios lugares, incluida una gran parte de los impuestos locales a la propiedad y si bien los defensores pregonan un ahorro para el estado para los estudiantes con vales, ya que no asisten a una escuela financiada por el gobierno, ese no es siempre el caso.
Los analistas del presupuesto legislativo dijeron que todos los estudiantes sin financiación estatal suplementaria que pasan de una escuela del distrito a un vale le cuestan más dinero al estado: entre $700 y $6,900, dependiendo si el distrito escolar se financia principalmente a través de dinero estatal o impuestos locales a la propiedad; mientras tanto, los estudiantes de escuelas charter que aceptan vales ahorran al estado entre $800 y $900.
