El año 2023 fue el más caluroso registrado y se espera que el 2024 sea aún más. / CORTESIA: Pexels
La Fiscal General Mayes y la coalición presentaron una petición a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) para implementar una norma de emergencia nacional de calor extremo que entre en vigor este verano para proteger a los trabajadores de la exposición al calor.
“A pesar del aumento de las temperaturas y de las olas de calor cada vez más intensas, y los graves peligros que representan para los trabajadores, actualmente OSHA no tiene ninguna norma ocupacional sobre el calor en vigor”, dijo la Fiscal General Mayes.
“El año 2023 fue el más caluroso registrado y se espera que el 2024 sea aún más caluroso. El Congreso y OSHA deben actuar con urgencia para implementar normas de calor de emergencia y proteger a los trabajadores de Arizona”, agregó.
Los fiscales generales también instaron al Congreso a aprobar legislación pendiente que dirija a OSHA a promulgar una norma provisional sobre el calor mientras continúa con su proceso de reglamentación para una norma permanente, y urgieron a la Casa Blanca a apoyar estos esfuerzos para proteger a los trabajadores más vulnerables al calor del país.
El calor extremo se refiere a un período de clima extremadamente caluroso con temperaturas por encima del promedio, generalmente combinado con alta humedad. El cambio climático está aumentando la gravedad, duración y frecuencia de los eventos de calor extremo. La exposición al calor extremo afecta a millones de trabajadores en todo el país y puede causar una variedad de enfermedades relacionadas con el calor, incluyendo golpes de calor y agotamiento por calor.
La exposición prolongada y repetida al calor extremo incluso puede causar enfermedad renal crónica. El calor extremo también puede afectar negativamente a condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardiovasculares y respiratorias, e incluso empeorar condiciones psiquiátricas.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, al menos 436 trabajadores murieron por exposición al calor entre 2011 y 2021. El verano de 2023 fue el más caluroso jamás registrado en el Hemisferio Norte, trayendo temperaturas elevadas e incesantes olas de calor a comunidades de todo Estados Unidos. Como resultado, trabajadores vulnerables como los agricultores y trabajadores de la construcción trabajaron en condiciones de calor y humedad sin precedentes, lo que finalmente resultó en muertes:
En julio de 2023, un trabajador agrícola de 26 años y padre de dos hijos murió de un golpe de calor después de desmayarse en un campo cerca de Yuma, Arizona, mientras las temperaturas superaban los 110°F.
En junio de 2023, un trabajador de la construcción de 46 años murió de hipertermia en un sitio de construcción al aire libre en el este de Texas, cuando la región experimentaba temperaturas máximas diarias alrededor de 100°F.
En junio de 2023, un trabajador postal de 66 años que había entregado correo en Dallas, Texas durante 35 años, murió de un golpe de calor mientras trabajaba en condiciones de calor extremo.
En julio de 2023, un inmigrante guatemalteco de 29 años murió mientras recolectaba fruta en una granja en Homestead, Florida, durante una ola de calor sin precedentes.
En agosto de 2023, un trabajador de almacén murió mientras trabajaba en una parte de un centro de distribución en Memphis, Tennessee, que no tenía aire acondicionado.
Se espera que el verano de 2024 sea aún más caluroso que el de 2023, poniendo a los trabajadores en un riesgo aún mayor de enfermedades, lesiones y muertes relacionadas con el calor.
En la petición, la coalición recuerda a OSHA que la agencia está legalmente obligada a establecer una norma temporal de emergencia si encuentra que los trabajadores están expuestos a un peligro grave en el lugar de trabajo y que es necesario un estándar de emergencia para proteger a los trabajadores de ese peligro. Los posibles peligros e impactos del calor extremo en los trabajadores vulnerables cumplen con estos factores para una variedad de ocupaciones y son particularmente evidentes para los trabajadores agrícolas y de la construcción.
Los trabajadores agrícolas tienen 35 veces más probabilidades de morir por exposición al calor que otros miembros de la población general, y los trabajadores de la construcción representan el 36 por ciento de las muertes en el lugar de trabajo relacionadas con el calor cada año. Basándose en esta evidencia, la coalición insta a OSHA a cumplir con su obligación legal hacia los trabajadores y emitir un estándar temporal de emergencia, que incluya un umbral de exposición al calor y medidas preventivas requeridas como descansos para beber agua y sombra, para los trabajadores agrícolas y de la construcción, como mínimo, para el 1 de mayo de 2024.
Además, la coalición insta al Congreso a aprobar y a la Casa Blanca a firmar la Ley de Prevención de Enfermedades, Lesiones y Muertes por Calor Asunción Valdivia (H.R. 4897/S. 2501), legislación que dirigiría a OSHA a establecer medidas a corto y largo plazo para proteger a los trabajadores del calor extremo. La legislación lleva el nombre de Asunción Valdivia, un trabajador agrícola que murió de insolación después de recoger uvas durante 10 horas bajo un calor extremo.
Las enfermedades, lesiones y muertes por exposición al calor afectan de manera desproporcionada a los trabajadores de color y a los trabajadores de bajos salarios que están sobrerrepresentados en aquellas ocupaciones más vulnerables al calor extremo, incluido el trabajo al aire libre intensivo en mano de obra como la agricultura y la construcción. OSHA ha reconocido previamente que ciertos trabajadores tienen un mayor riesgo de enfermedades ocupacionales relacionadas con el calor no solo debido a la naturaleza de su trabajo, sino también debido a factores como la raza, etnia o idioma.
