Tonatierra

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Salvador Reza

Phoenix, Aztlán

srza@aol.com

602.446.9928

(Donde vive el espíritu de la verdad)

El despojo es intrínseco del sistema en el que vivimos. Es algo que remonta a la humanidad desde que los seres humanos decidieron buscar tierras ajenas para mejorar sus vidas a costo de las poblaciones invadidas. Estos se desarrollaron en imperios desde Ghengis Khan, el expansionismo Persa, el expansionismo europeo, y las guerras interminables que aun persisten como es el caso de Estados Unidos, Rusia, Ucrania, China, Japón.

En el caso Mexico y Estados Unidos, el despojo de Texas, Nuevo Mexico, Arizona, California, Utah, Colorado, es un paso después del despojo de los pueblos originales por parte del Imperio Español en competencia con el Imperio Inglés, que se disputaban tierras habitadas desde tiempo inmemorial por los pueblos originales de este continente.

En pocas palabras, es parte de la avaricia humana que desplaza a sus semejantes con una quijada de burro en los tiempos bíblicos de Caín y Abel, pero ahora lo hacen con chapuzas legales en las tierras colonizadas y si eso no trabaja aplican la ley heredada desde el vaticano desde 1492 donde las bulas papales apoyadas por “mandato de Dios” otorgó tierras invadidas a los países europeos.

En el ámbito local vemos las leyes implementadas desde 1493 en la Doctrina del Descubrimiento reflejadas en la jurisprudencia moderna en algo tan sencillo como la expansión del tren ligero, donde amparados por las leyes en la compra y venta de la especulación  desplazan comunidades enteras.

Inversionistas de California compran terrenos donde se ubican cientos de familias en Trailer Homes, los desplazan para construir centros comerciales, departamentos modernos del que pueden lucrar sin importarle la suerte de los niños, los ancianos, las familias, o las comunidades que han vivido allí por décadas; se ha desarrollado un capitalismo insensible a los seres humanos que son desplazados para el beneficio de los inversionistas que ni sienten ni les importa el dolor ajeno.

En especifico en este momento existen dos casos de comunidades que enfrentan su extinción: uno es el de las Casitas Mobile Home Park donde un comprador potencial esta intentando un cambio de Zona de residencial a Industrial para desplazar 50 familias provenientes de la Piedad Michoacán en la Buckeye y 19 Avenida.

El otro caso es la de la universidad Grand Canyon University que va desplazar 60 familias para construir departamentos para estudiantes en la 27 Ave y West Colter Street; estamos hablando de mas de 100 familias desplazadas a su suerte de viviendas con precios razonables a un mercado volátil donde las rentas varían entre $1,500 a $2,500 al mes.

Uno solo tiene que dar un vistazo por los parques de la ciudad, abajo de los puentes, en los lados de los canales para ver la devastación humana en los cientos de acampamientos de gente desplazada y desamparada de este sistema corrupto y de avaricia que valora mas las ganancias desorbitadas que las vidas humanas.

La crueldad humana existe desde tiempos bíblicos, pero ha sido refinada a leyes diseñadas para justificar el despojo; algunos concejales de la Ciudad de Phoenix intentaran frenar el desplazo, sin embargo las leyes estatales y federales no están a su favor.

La propiedad privada rige suprema desde los tiempos de la encomienda hasta los Mobile Home Parks, nosotros luchamos caso por caso, ellos sistemáticamente implementan las leyes de despojo.

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