Salvador Reza
Phoenix, Aztlán
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(Donde vive el espíritu de la verdad)
“Hombre de mucho dinero, acostumbrado a mandar”, dice la canción El Perro Negro de José Alfredo Jiménez, pero acá en Phoenix Arizona un pedacito de la Piedad Michoacán enfrenta otro hombre rico acostumbrado a mandar.
Y este no vive al otro lado del puente, tiene su negocio al otro lado del cerco de las Casitas Mobile Home Park; este no quiere vivir con “La Lupe” este se quiere quedar con todo, con sus trailers y con su pedacito de Michoacán, donde viven 50 familias la mayoría originarias de La Piedad.
Y como si esto fuera poco, además quiere convertir el vecindario alrededor en una área tóxica, peor de lo que ya es al convertir la propiedad donde tiene subasta de carros en Zona A-2, donde pueden meter hasta yonkes, basureros, y hasta desechar tóxicos.
Los residentes de Las Casitas han estado peleando ante el Ayuntamiento de Phoenix para que no se le permita y eso lo ha encolerizado aún más y con tal de desalojar niños, ancianos, familias enteras, está dispuesto a pagar 3.2 millones de dólares en una propiedad evaluada para los impuestos en medio millón.
Sin embargo no tiene la culpa el millonario, sino las leyes que no protegen áreas residenciales donde se ubican los Mobile Home Parks en el estado de Arizona, en el Condado Maricopa, y la Ciudad de Phoenix.
Las zonas de la ciudad de Phoenix protegen áreas residenciales y tienen todo tipo de clasificación para protegerlos de incursiones por parte de inversionistas o corporaciones que las quieren invadir, sin embargo los Mobile Home Parks no tienen ninguna protección.
Puede llegar un inversionista comprar la tierra donde rentan el espacio y dentro de seis meses desalojarlos a las cuatro direcciones y ya después hacer con el espacio lo que le parezca.
Como dicen por allí, “con dinero baila el perro” y los perros bailarines no son como el perro negro de Gilberto que defendió a su amo y fue fiel hasta la muerte, pues acá los inversionistas tienen la copla de “al son que yo les toque han de bailar” y ese son aplica a abogados, concejales, legisladores, alcaldes y gobernadores; bien decía Don Porfirio Díaz que “nadie aguanta un cañonazo de un millón de pesos”.
Sin embargo los residentes de Las Casitas Mobile Home Park seguirán luchando hasta que los responsables del desalojo encuentren una solución en donde los compensen adecuadamente por sus viviendas ya que la mayoría no se puede mover por la antigüedad.
Entre los responsables son, además de los millonarios, los gobiernos estatales, la ciudad y el condado que no tienen leyes ni ordenanzas que protejan estas comunidades vulnerables al desalojo por falta de protecciones legales.
Hacemos un llamado a los representantes de nuestra comunidad ante los gobiernos en los diferentes niveles que corrijan esta situación que está causando una crisis de vivienda no solo en los Mobile Home Parks y en áreas donde viven los residentes de bajos recursos en espera de ser aventados por los cuatro vientos por inversionistas sin corazón que todo lo que los motiva es la avaricia y las sumas millonarias que sumaran con el sufrimiento de los despojados, que en algunos casos entran a las filas de los desamparados si no se corrige esta situación.
En el caso de Las Casitas Mobile Home Park cuando lo usurpe Dealers Auto Auction of the Southwest, ni siquiera dejara lugar para que se eche un perrito para llorar la ausencia de sus amos.