Con este renovado esfuerzo, Tom Horne espera que la legislación avance sin obstáculos y contribuya a crear un ambiente de aprendizaje más enfocado y productivo para los estudiantes de Arizona. CORTESIA: Departamento de Educación Pública
Superintendente de Instrucción Pública renueva esfuerzos por una prohibición estatal
En un intento por mejorar el ambiente educativo y reducir las distracciones en el aula, el Superintendente de Instrucción Pública de Arizona, Tom Horne, ha decidido impulsar nuevamente una legislación estatal que prohíba el uso de teléfonos celulares en las escuelas. Este esfuerzo renovado llega después de que una propuesta similar fuera vetada el año pasado por la gobernadora Katie Hobbs.
Horne enfatizó la importancia de permitir que los maestros gestionen sus aulas sin distracciones, lo que contribuirá a mejorar el rendimiento académico y a crear un entorno escolar más seguro.
“Imaginen ser un maestro e intentar enseñar mientras los estudiantes están en sus teléfonos celulares. Que esto haya sido permitido es indignante. Disminuye significativamente el aprendizaje de los estudiantes y dificulta la labor de los maestros, quienes ya tienen cargas pesadas. Ningún maestro debería competir contra los teléfonos por la atención de los estudiantes”, declaró Horne.
El veto anterior de Hobbs fue justificado por considerar que la legislación establecía un “mandato innecesario” para un problema que, según ella, las escuelas ya estaban abordando. Sin embargo, Horne criticó duramente esta decisión, calificándola de “irracional e irresponsable”, e instó a la ciudadanía a presionar al gobernador para que no repita el veto el próximo año.
Horne subrayó la importancia de que los maestros puedan gestionar sus aulas sin distracciones, lo que permitirá enfatizar el rendimiento académico y crear un ambiente escolar más seguro.
El apoyo a esta legislación se ha expandido más allá de Horne. Mitchell Rutherford, un exprofesor de Tucson que abandonó la enseñanza debido al uso excesivo de dispositivos móviles por parte de los estudiantes, ha expresado su respaldo a la medida. Según Rutherford, los teléfonos celulares afectaron su capacidad para ser un maestro efectivo.
Varios legisladores estatales, como la Senadora Shawnna Bolick y el Representante Matt Gress, también han mostrado su apoyo a la propuesta. Además, figuras de la educación, como Susan Ward de la junta escolar de Payson y el Superintendente del distrito de Apache Junction, Dr. Bob Papalardo, se han sumado al respaldo.
El impacto de las redes sociales
Uno de los principales argumentos a favor de la prohibición es la reducción de los efectos negativos del uso excesivo de redes sociales en la salud mental de los estudiantes. Un informe de Common Sense Media de 2023 reveló que el 97 % de los estudiantes de entre 11 y 17 años usan sus teléfonos durante la jornada escolar, dedicando más del 50 % de este tiempo a plataformas de redes sociales como YouTube.
Las redes sociales no solo distraen a los estudiantes de sus lecciones, sino que también amplifican las inseguridades de los jóvenes. Una encuesta de Digital Wellness Lab en 2022 encontró que el 46 % de los adolescentes afirmaron que el uso de las redes sociales empeoró su imagen corporal.
El Director General de Sanidad, Vivek Murthy, emitió un aviso en mayo sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, destacando la necesidad de minimizar los efectos nocivos y maximizar los positivos. Además, las Escuelas Públicas de Mesa presentaron una demanda en 2023 contra varias empresas de redes sociales, alegando daños a la salud mental de los estudiantes.
Retos de la prohibición
Un desafío importante con la prohibición del uso de teléfonos en las aulas es la implementación de la medida. A pesar de las políticas en escuelas como la Primaria Lowell, donde se exige que los teléfonos estén apagados y guardados en las mochilas, los maestros a menudo encuentran dificultades para hacer cumplir estas reglas. La frustración por la adicción al teléfono de los estudiantes ha llevado incluso a algunos maestros a abandonar la profesión.
Los padres también juegan un papel crucial en la reducción del tiempo frente a la pantalla, tanto en casa como en la escuela. Aunque muchos desean que sus hijos tengan un teléfono por razones de seguridad, no siempre consideran cómo estos dispositivos pueden convertirse en una gran distracción en el entorno educativo. Los educadores han sugerido que los padres sean modelos a seguir en el uso responsable de dispositivos para sus hijos.