Se vio una marcada diferencia en los procesos en la victoria de Donald Trump y Joe Biden durante la certificación en el Capitolio. Foto: Cortesía / Facebook U.S. Capitol Visitor Center
El Congreso de Estados Unidos certificó la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024 en una sesión que, a diferencia del 6 de enero de 2021, transcurrió en calma y sin violencia. Este contraste destaca la resiliencia de la democracia estadounidense, pero también pone de relieve las profundas divisiones y el caos generado por el negacionismo electoral promovido por el movimiento MAGA.
Aunque esta transferencia pacífica de poder puede interpretarse como un paso hacia la estabilidad, el regreso de Trump a la Casa Blanca plantea serias preguntas sobre el futuro del sistema democrático en Estados Unidos.
Bajo estrictas medidas de seguridad, los legisladores se reunieron para certificar los resultados del Colegio Electoral, que dieron a Trump una victoria con 312 votos frente a los 226 de la actual vicepresidenta Kamala Harris.
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En un gesto de respeto bipartidista, la sesión fue presidida por Harris, quien leyó los resultados estatales en medio de aplausos de ambos partidos, sin embargo, el contexto de esta certificación pacífica no puede desligarse de los eventos de 2021 ni del impacto del discurso divisivo que el movimiento MAGA ha mantenido desde entonces.
El fiscal general Merrick Garland recordó el ataque del 6 de enero de 2021 en un comunicado emitido en su cuarto aniversario. “Ese día, oficiales de policía fueron brutalmente atacados mientras defendían el Capitolio. Fue un ataque sin precedentes a un pilar fundamental de nuestro sistema de gobierno: la transferencia pacífica de poder”, declaró Garland.
Desde entonces, el Departamento de Justicia ha procesado a más de 1,500 personas por crímenes relacionados con el ataque, reafirmando su compromiso con la rendición de cuentas y la defensa del estado de derecho.
El recuerdo de aquel violento intento de subvertir la democracia contrasta drásticamente con la sesión pacífica de 2025, sin embargo, las divisiones profundas persisten.
Trump, quien continúa negando su derrota en 2020, ha insinuado su intención de permanecer en el poder más allá de los dos mandatos constitucionales y ha prometido indultar a más de 1,500 responsables del ataque al Capitolio.
La hipocresía MAGA
El movimiento MAGA ha demostrado una preocupante hipocresía al solo aceptar los resultados electorales que le son favorables, mientras sus líderes y seguidores continúan propagando teorías de conspiración sobre un supuesto fraude en 2020, han abrazado la victoria de Trump en 2024 como prueba de la “integridad” del sistema electoral. Esta doble moral no solo erosiona la confianza en las instituciones democráticas, sino que también perpetúa un ambiente de polarización extrema.
Analistas como Ian Bassin, director de Protect Democracy, advierten que el regreso al poder de un líder que intentó subvertir la democracia representa un riesgo sin precedentes.
“Normalizar la figura de Trump puede debilitar aún más los pilares democráticos y abrir la puerta a futuros abusos de poder”, afirmó Bassin.
En respuesta a los desafíos planteados por el negacionismo electoral, el Congreso implementó reformas a la Ley de Conteo Electoral. Ahora se requiere que un 20% de los legisladores respalde cualquier objeción a los resultados electorales, una medida diseñada para evitar maniobras como las presentadas en 2021. Además, las medidas de seguridad en el Capitolio se incrementaron significativamente, asegurando un ambiente controlado para la certificación.
A pesar de la ausencia de incidentes durante la sesión de certificación, las divisiones políticas y culturales en el país continúan profundizándose. Los demócratas, aunque aceptaron el resultado de las elecciones, expresaron su preocupación por el estado de la democracia. El presidente saliente, Joe Biden, calificó el momento como una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la transferencia pacífica de poder, pero también advirtió sobre los peligros de la complacencia.
El regreso de Trump al poder, en un contexto de polarización extrema y cuestionamientos al sistema electoral, plantea un desafío crucial para el futuro de Estados Unidos.
Si bien la democracia estadounidense ha demostrado ser resiliente, la normalización del negacionismo y la hipocresía del movimiento MAGA podrían socavar sus fundamentos; el país enfrenta ahora la tarea de reconciliar sus profundas divisiones mientras protege los principios democráticos que han sido puestos a prueba como nunca antes.
Mike Pence elogia transferencia pacífica de poder
El exvicepresidente Mike Pence emitió una declaración elogiando a la vicepresidenta Kamala Harris y a los miembros del Congreso por garantizar una transferencia pacífica de poder tras certificar la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024.
“La transferencia pacífica de poder es el sello distintivo de nuestra democracia”, escribió Pence en una publicación en X, anteriormente conocido como Twitter. “Hoy, miembros de ambos partidos en la Cámara y el Senado, junto con la vicepresidenta, certificaron la elección de nuestro nuevo presidente y vicepresidente sin controversia ni objeción”.
El lunes 6 de enero, el Congreso certificó la victoria de Trump en una sesión conjunta presidida por Harris, cuatro años después del ataque al Capitolio en 2021. Este hecho marca un momento histórico, ya que Harris se convirtió en la primera candidata presidencial en presidir la certificación de la elección de su oponente desde 2000, cuando el exvicepresidente Al Gore supervisó la certificación tras perder contra George W. Bush.
“Celebro el regreso del orden y la civilidad a estos procedimientos históricos y ofrezco mis más sinceras felicitaciones y oraciones al presidente Donald J. Trump y al vicepresidente J.D. Vance por su elección para liderar esta gran Nación”, escribió Pence.
La declaración de Pence llega exactamente cuatro años después de que los manifestantes irrumpieran en el Capitolio para intentar bloquear la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020, un episodio que conmocionó a la nación y puso a prueba los límites de la democracia estadounidense.
El proceso de certificación de 2021 fue caótico y extenso. La sesión comenzó a la 1 p.m., pero fue interrumpida poco después por objeciones a los resultados de Arizona. Una hora más tarde, los manifestantes irrumpieron en el edificio, forzando la evacuación de los legisladores. El Capitolio fue asegurado a las 8 p.m., y la sesión se reanudó a las 9 p.m., culminando finalmente a las 3 a.m. del día siguiente.
En contraste, la certificación de Trump este año, que también comenzó a la 1 p.m., se completó en apenas 30 minutos sin objeciones ni interrupciones.
La historia entre Pence y Trump
La certificación también pone en foco la compleja relación entre Pence y Trump. Durante la campaña presidencial de 2025, Trump eligió al senador J.D. Vance como su compañero de fórmula, marcando una ruptura definitiva con Pence, quien había servido como su vicepresidente de 2017 a 2021.