Se emitieron 3,428,011 votos, alcanzando una participación del 78.5% entre los votantes registrados. Foto: Cortesía / Arizona Secretary State Office
Arizona concluyó esta semana la certificación oficial de los resultados de las elecciones generales de 2024, marcando un contraste significativo con los caóticos procesos electorales de 2020 y 2022. En un ambiente de relativa tranquilidad, las principales autoridades del estado, incluidas la gobernadora Katie Hobbs, el secretario de Estado Adrian Fontes y la fiscal general Kris Mayes, firmaron los documentos finales que legitiman los resultados.
Se emitieron 3,428,011 votos, alcanzando una participación del 78.5% entre los votantes registrados. En la contienda presidencial, Donald Trump superó a la vicepresidenta Kamala Harris por un margen de 187,382 votos, una victoria que disolvió las expectativas de impugnaciones legales que marcaron ciclos anteriores.
Sin embargo, aún quedan en proceso algunos recuentos automáticos en contiendas locales reñidas, como el puesto del Distrito 3 en la Junta de Supervisores y un escaño en el Distrito Legislativo 2. Estos procedimientos están regulados por las leyes estatales para garantizar la precisión en resultados estrechos.
Un cambio drástico desde 2020
La gobernadora Hobbs recordó el ambiente hostil que rodeó la certificación de las elecciones presidenciales de 2020. Entonces, las teorías conspirativas y las acusaciones infundadas de fraude culminaron en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
“No puedo evitar pensar en cómo, hace cuatro años, certificamos en medio de un trasfondo de teorías conspirativas furiosas y ataques directos al proceso democrático”, afirmó Hobbs, destacando lo diferente que fue el ambiente en 2024.
El triunfo de Trump en estas elecciones contribuyó significativamente a la ausencia de desafíos legales, ya que muchas de las acusaciones de fraude desaparecieron al favorecer los resultados a un bando político.
A pesar del ambiente más tranquilo, las secuelas del negacionismo electoral aún persisten. La fiscal general Kris Mayes, quien ganó su puesto por un estrecho margen en 2022, continúa lidiando con impugnaciones legales relacionadas con esa elección.
“Seguimos enfrentando desafíos legales del pasado ciclo electoral. Aunque todos aspiramos a un regreso a la normalidad, no estoy convencida de que hayamos llegado allí todavía”, señaló Mayes.
El impacto del negacionismo electoral no solo ha erosionado la confianza en las instituciones, sino que también ha exigido recursos y tiempo para contrarrestar alegatos infundados.
¿El fin del negacionismo?
El secretario de Estado Adrian Fontes expresó optimismo sobre un posible punto de inflexión en Arizona. “Creo que la era del negacionismo electoral, para todos los efectos prácticos, está muerta”, declaró, subrayando que las elecciones de 2024 se llevaron a cabo con los mismos sistemas y procedimientos que en años anteriores, pero con una mayor aceptación de los resultados.
Sin embargo, Fontes también advirtió que la confianza pública requiere consistencia en las próximas elecciones: “Hemos demostrado que nuestro sistema es sólido y confiable, pero debemos continuar educando al público sobre la seguridad de nuestros procesos”, enfatizó.
La juez presidente de la Corte Suprema de Arizona, Ann Timmer, también expresó su esperanza de que las elecciones futuras se desarrollen de manera más tranquila y ordenada.