Con más de 63,000 agentes, la CBP es una de las agencias de seguridad más grandes del mundo, responsable de la gestión de fronteras y del control de viajes internacionales seguros. CORTESIA: Border Patrol / Facebook
En curso investigaciones por tráfico de personas, soborno y abuso físico y sexual
Cientos de oficiales fronterizos de están bajo investigación por presunta mala conducta, incluyendo tráfico de personas, soborno y agresión sexual, según ha revelado una investigación periodística a nivel nacional.
Las cifras oficiales muestran que 211 agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) enfrentan acusaciones que van desde delitos graves, como el contrabando de drogas, hasta faltas no delictivas. Entre los casos reportados, se incluyen 17 de violencia doméstica, 11 de agresión sexual y 10 de contrabando de migrantes a través de la frontera.
Además, 11 agentes están siendo investigados por abuso físico de detenidos, y 13 por supuestos vínculos con pandillas criminales.
Sin embargo, la situación podría ser aún peor, ya que se ha informado que el CBP también está investigando denuncias de delitos contra menores, clasificados como “otros delitos” debido a que no coinciden con las categorías generales de delitos en el sistema de gestión de casos de la agencia.
Todos estos casos están siendo investigados por la Oficina de Responsabilidad Profesional (OPR) del CBP y conciernen a oficiales en servicio activo. Los hallazgos, que abarcan el año fiscal 2023-2024, han generado llamados a que el FBI intervenga en las investigaciones.
El representante demócrata Raúl Grijalva expresó su preocupación ante el creciente número de agentes bajo investigación por diversos delitos. “Si los informes son ciertos y las investigaciones están siendo dirigidas por la OPR del CBP, me preocupa que la integridad de las investigaciones esté en riesgo”, dijo Grijalva.
El congresista criticó que la OPR esté formada por agentes del propio CBP, algunos de los cuales han abusado de su posición en el pasado y luego han sido reasignados a dicha oficina.
Un portavoz del CBP respondió: “CBP no tolera la mala conducta en nuestras filas. Cuando descubrimos cualquier conducta indebida, la referimos de inmediato para su investigación y cooperamos plenamente con cualquier investigación criminal o administrativa”.
Este escándalo surge en un contexto de tensiones políticas crecientes sobre la inmigración, mientras Estados Unidos se acerca a las elecciones de 2024. Tanto la vicepresidenta Kamala Harris como el expresidente Donald Trump están intentando convencer a los votantes de que pueden controlar la frontera entre Estados Unidos y México, mientras que una reciente encuesta de Gallup mostró que la mayoría de los estadounidenses ahora favorecen mayores restricciones a la inmigración, algo que no se veía desde 2005.
Por su parte, Nicole Elizabeth Ramos, directora del proyecto de derechos fronterizos de la organización Al Otro Lado, señaló que “el verdadero peligro no son los solicitantes de asilo, sino la cultura de impunidad que permite que violadores de derechos humanos y criminales vigilen la frontera”.
Amy Fisher, directora de Derechos de Refugiados y Migrantes de Amnistía Internacional, calificó los datos de “preocupantes” y pidió que el Congreso investigue a fondo las acusaciones, subrayando la falta de mecanismos efectivos de rendición de cuentas dentro de la agencia.