Martin Carrillo todavía sufre desde hace 2 años cuando le fue confiscado su vehículo debido a que no traía una licencia de conducir, cuando fue parado por la Policía al salir del trabajo.
“En diciembre hizo dos años, poco antes de la Navidad; venía de Queen Creek en mi camioneta bien contento porque ya iba a mi casa despues del ‘jale’, pero una patrulla se me puso atrás y me paro; me pidió licencia, registración y aseguranza”, narró el trabajador de la construcción originario de Jalisco.
Traía todo menos licencia, así que después de explicarle la situación el policía llamó una grúa para recoger el vehículo, una pick up seminueva que era su único medio de transporte para él y su familia; en ese tiempo todavía la estaba pagando.
Ese día empezó su calvario de casi un mes, hasta que pudo conseguir quien le ayudara a sacar su camioneta, así que con la multa por no licencia, por la liberación del carro, el arrastre de la grúa, los días en el corralón y lo que le cobraron el “favor” de recuperar la unidad.
Recuerda que fueron días muy difíciles porque tenía que pagar “raite” al trabajo, y su esposa tenía que andar en el bus para llevar a sus niñas a citas médicas, aparte de lo que pagó, por todo, alrededor de $1,500 dólares.
En entrevista con PRENSA ARIZONA, el Juez de Paz Enrique Medina reveló que son frecuentes los casos como el de Carrillo, de inmigrantes que andan manejando sin licencia, pues no pueden sacarla por falta de Seguro Social.
Cuando los para la Policía, los oficiales solo aplican la ley, que ordena la confiscación del vehículo en esos casos, por lo que son citados a la Corte donde se emite la liberación de la unidad una vez que cumplan ciertos requisitos, el principal, que alguien con licencia haga los trámites correspondientes.
“Cuando alguien se presenta en mi Corte por esa causa le explico lo que puede y no puede hacer, y definitivamente si no tiene licencia la multa es de $180 dólares, así como alrededor de $400 dólares por el trámite para que la Policía libere el vehículo y aparte lo del corralón”, afirmó el funcionario judicial.
Comentó que como juez puede tener la discreción para aceptar o no la licencia de otro país, lo que por lo general lo hace siempre y cuando esté vigente y sea válida; pero por lo general alguien sin licencia va a tener que pagar multas y trámites si es parado por la Policía, lo cual es lamentable porque la mayoría en esa situación son personas nobles y trabajadoras.
Ventaja de sonorenses
Medina Ochoa, quien es el único juez de Paz que siendo nacido en México ocupa ese honorable cargo, ve con beneplácito que la representación de Sonora en Arizona, ya está tramitando licencias de conducir a los que son de allá originarios.
“Que bueno que están haciendo eso, aquí hay mucha gente de Sonora y hay quienes andan manejando sin licencia, pero ya podrán arreglar eso”, recalco, al indicar que en Arizona las Cortes si aceptan como válida la licencia de Sonora.
Por último advirtió que, cualquiera que sea la razón porque se les cita a una Corte, todas las personas deben presentarse porque de no hacerlo se arriesgan a que les dicten una orden de arresto y eso les causará mayor dolores de cabeza.
