El equipo de investigación de ASU busca analizar los patrones que presentan aquellos cuidadores que logran adaptarse mejor tras la pérdida de su ser querido. CORTESIA: Pexels / Kindel Media
Estudio de ASU ayuda a familiares que cuidan personas con demencia
La investigación, a cargo del profesor Zachary Baker del Centro para la Innovación en Envejecimiento Saludable y Resiliente de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), se enfoca en entender las experiencias de quienes dedicaron sus esfuerzos al cuidado de personas con demencia hasta su fallecimiento.
El estudio, respaldado por una subvención de $726,711 dólares del NIA, pretende ser la investigación cuantitativa más amplia realizada hasta la fecha sobre este grupo, que representa un 25% de los cuidadores. Según datos de estudios previos, uno de cada cuatro de estos cuidadores experimenta niveles de duelo clínicamente problemáticos, que pueden incluir síntomas profundos que van más allá de una tristeza natural y que les impiden retomar una vida plena después de la pérdida.
Un reciente estudio financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) busca arrojar luz sobre las necesidades de las personas que han perdido a un ser querido a causa de la demencia, un grupo que con frecuencia enfrenta un duelo complejo y, a menudo, “ultra-invisible”.
Recibe más noticias directo a tu correo electrónico ¡suscríbete a nuestro boletín!
“Estas personas no solo perdieron a un ser querido, sino que experimentaron una pérdida dolorosa y prolongada, a menudo, se quedan atrapadas en un duelo que interfiere con su día a día, explicó Baker.
La depresión, la soledad y una disminución general en su calidad de vida son algunos de los problemas más comunes que enfrentan los cuidadores en duelo. Se estima que en los próximos 10 años, más de 9 millones de estadounidenses se encontrarán en esta situación, lo que hace urgente el desarrollo de herramientas y recursos para atender sus necesidades.
El término “ultra-invisibilidad” se ha usado para describir a esta población, ya que muchas iniciativas de apoyo se centran en los cuidadores activos, es decir, en aquellos que aún están atendiendo a personas con demencia. Sin embargo, el apoyo para aquellos que ya han perdido a sus seres queridos sigue siendo limitado. Según Baker, es fundamental que estos cuidadores en duelo reciban la misma atención que aquellos que aún están en el proceso de cuidado.
El equipo de investigación de ASU busca analizar los patrones que presentan aquellos cuidadores que logran adaptarse mejor tras la pérdida de su ser querido. Este análisis permitirá identificar las estrategias y comportamientos que favorecen una adaptación más saludable al duelo, para luego ofrecer soluciones basadas en evidencia a quienes enfrentan mayores dificultades. El estudio se desarrollará en un período de tres años y tiene como objetivo no solo ayudar a quienes actualmente atraviesan por este duelo, sino también a millones de personas que estarán en la misma situación en un futuro cercano.
“Nos encantaría ver el término ‘ultra-invisibilidad’ convertirse en algo obsoleto,” expresó Baker, reflejando la esperanza de que esta investigación contribuya a la visibilidad y el apoyo de esta población. Con esta iniciativa, el equipo de ASU espera crear un cambio significativo en la manera en que la sociedad percibe y asiste a los cuidadores en duelo, brindándoles las herramientas necesarias para una transición menos dolorosa hacia una vida de calidad.
Esta investigación marca un paso importante para abordar una necesidad social apremiante. Al ampliar la conversación y visibilizar las dificultades que enfrentan los cuidadores en duelo, ASU y el NIA buscan transformar la experiencia de duelo en una etapa de sanación y esperanza para miles de familias afectadas.