Con la inmigración dando forma a las elecciones que decidirán el control del Congreso, los demócratas están tratando de superar a los republicanos y convencer a los votantes de que pueden abordar los problemas en la frontera de Estados Unidos con México, adoptando un tema que tradicionalmente se ha utilizado en su contra.
El cambio de estrategia, especialmente de los demócratas que se postulan en estados en disputa, se produce mientras la administración Biden ha luchado por gestionar una afluencia sin precedentes de migrantes en la frontera suroeste. Donald Trump, el presunto candidato presidencial republicano, ha liderado a su partido en vilipendiar a los inmigrantes calificándolos de “envenenamiento de la sangre” del país y ha pedido deportaciones masivas de inmigrantes. Y mientras el Partido Republicano busca cambiar el control del Senado, está vinculando a los demócratas con el manejo de la inmigración por parte del presidente Joe Biden.
La táctica ya ha tenido un gran impacto en elecciones como la carrera por el Senado de Arizona, un escaño que los demócratas casi con certeza necesitan ganar para salvar su mayoría. La republicana Kari Lake ha vinculado repetidamente al representante Rubén Gallego, el probable candidato demócrata, con Biden, y le dijo a la multitud en un evento de marzo que “realmente no hay una diferencia entre los dos”.
Los demócratas ya no hacen caso omiso a tales ataques: creen que pueden promocionar sus propias propuestas para arreglar la frontera, especialmente después de que Trump y los legisladores republicanos rechazaron una propuesta bipartidista sobre seguridad fronteriza a principios de este año.
“Les da a algunos demócratas la oportunidad de decir: ‘Mira, estoy aquí para buscar soluciones’”, dijo Gallego. “Claramente, los republicanos están aquí para jugar. Y así, ya sea Kari Lake o Donald Trump, no están interesados en la seguridad fronteriza. Están interesados en la política de seguridad fronteriza. Y estamos aquí para hacer algo al respecto”.
Durante la mayor parte de sus cinco mandatos en la Cámara, Gallego había sido miembro del Grupo Progresista del Congreso, pero mientras se preparaba para una candidatura al Senado, silenciosamente abandonó el grupo. Ahora está enfatizando su trabajo para reforzar las filas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y asegurar fondos para las comunidades afectadas por los recientes picos de inmigración, a los que llama una “crisis”.
De pie frente a la Oficina del Sheriff del condado de Santa Cruz en Arizona el mes pasado, Gallego criticó al Partido Republicano por bloquear el proyecto de ley fronterizo bipartidista.
“Cada minuto que esperamos significa más muertes por fentanilo, más presión para nuestros socorristas y la posibilidad inminente de liberaciones en las calles, algo que ninguna comunidad pequeña quiere”, dijo.
A solo dos estados de distancia, los demócratas esperan aumentar sus posibilidades de conservar el Senado logrando una hazaña difícil: convertir a Texas en azul, al menos en una carrera. Algunos ven una oportunidad de cambiar un escaño republicano de larga data al presentar al representante Colin Allred, demócrata por Texas, contra el senador Ted Cruz.
Allred enfatizó su conexión con las comunidades fronterizas durante la campaña electoral y contó cómo había visitado cuando era niño a Brownsville, Texas, donde su abuelo trabajaba como oficial de aduanas.
“Nuestras comunidades fronterizas no son sólo telones de fondo políticos, no son sólo lugares a los que se acude para señalar problemas”, dijo en una conferencia de prensa el mes pasado. “Son lugares donde vive gente real, donde intentan criar a sus familias”.
Tanto Allred como Gallego se han unido a un grupo de trabajo de la Cámara centrado en la seguridad fronteriza. Algunos demócratas del Senado también se han inclinado recientemente por una legislación centrada en la aplicación de la ley de inmigración. El Comité de Campaña Senatorial Demócrata ha publicado anuncios criticando a los senadores republicanos por oponerse al acuerdo bipartidista del Senado.
Todo es parte de una estrategia para neutralizar la ventaja del Partido Republicano en el tema, convenciendo a los votantes indecisos de que los demócratas toman en serio la política fronteriza.
“Los demócratas no van a ganar en inmigración este año, pero tienen que acercarse a un empate en el tema para llegar a un punto donde la gente los tome en serio”, dijo Lanae Erickson, vicepresidenta senior de Third Way, una grupo de expertos demócrata centrista. “Sé lo suficientemente aceptable en ese tema para que la gente esté dispuesta a considerar otras prioridades”.
Aún así, los demócratas enfrentan una tarea difícil en lo que respecta a la política de seguridad fronteriza. Una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research encontró que casi la mitad de los adultos culpan a Biden y a los demócratas del Congreso por la situación actual en la frontera entre Estados Unidos y México, mientras que el 41% culpa a los republicanos en el Congreso.
Los republicanos también están utilizando prácticamente todas las herramientas del Congreso para denunciar el manejo de la frontera sur por parte de Biden. Están obligando a los demócratas a votar duramente sobre bor
