La iniciativa, impulsada por el senador David Farnsworth, presidente del Comité de Educación, busca cerrar la brecha de falta de maestros. Foto: Cortesía /
En un intento de revitalizar la educación K-12, el Senado de Arizona, de mayoría republicana, aprobó esta semana el proyecto de ley SB 1427, que obliga a los administradores escolares de escuelas públicas y charter a impartir clases como sustitutos al menos una vez al año.
La iniciativa, impulsada por el senador David Farnsworth, presidente del Comité de Educación, busca cerrar la brecha entre los líderes educativos y las aulas, además de aliviar la crítica escasez de maestros sustitutos en el estado.
La propuesta establece que directores, superintendentes, gerentes y otros empleados administrativos de tiempo completo deberán asumir el rol de profesores sustitutos durante un día cada año escolar. Para participar, los funcionarios deben contar con una tarjeta de antecedentes vigente mediante huella digital y no tener sanciones disciplinarias en su registro.
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“Los administradores deben entender la realidad diaria de las aulas: los desafíos de los maestros, las necesidades de los estudiantes y los recursos disponibles. ¿Cómo pueden tomar decisiones efectivas si están desconectados?”, cuestionó Farnsworth durante su discurso en el Senado.
Según el legislador, esta medida no solo fomentará la empatía, sino que también creará una “reserva estratégica” de suplentes calificados.
Arizona enfrenta una escasez crónica de docentes, agravada tras la pandemia. Aunque no se mencionan cifras exactas en el proyecto, un informe reciente de la Asociación de Educación de Arizona señala que el 30% de los distritos escolares reportan dificultades para cubrir vacantes de sustitutos, afectando la continuidad académica. El SB 1427 aprovecha así a un grupo de profesionales con formación en educación —pero alejados de las aulas— para mitigar este problema.
“Es una solución innovadora. Muchos administradores fueron maestros antes, así que tienen las habilidades. Esto también ayudará a que las decisiones desde la oficina reflejen las verdaderas necesidades pedagógicas”, comentó Laura Gómez, directora de una escuela charter en Tucson.
El proyecto ha recibido respaldo de sectores empresariales, que ven en él una forma de optimizar recursos sin incrementar gastos. “Es un win-win: mejora la gestión y resuelve un problema operativo”, destacó Carlos Mireles, representante de la Cámara de Comercio de Phoenix.
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Tras su aprobación en el Senado, el SB 1427 pasará a la Cámara de Representantes, donde se espera un debate ágil dada la mayoría republicana. De ser ratificado, llegaría al escritorio de la gobernadora Katie Hobbs, quien —según fuentes cercanas— lo firmaría en las próximas semanas.
Mientras algunos critican la medida como “simbólica”, otros la consideran un ejemplo de pragmatismo.
“En lugar de esperar fondos federales, Arizona está usando sus propios recursos humanos. Si funciona, podría replicarse en estados como Texas o Florida, donde la falta de sustitutos también es un problema”, señaló Elena Ruiz, analista educativa.
El SB 1427 no solo busca poner a los administradores “en los zapatos” de los docentes, sino también reforzar la estabilidad escolar. “Cuando un superintendente enseña matemáticas por un día, entiende por qué los estudiantes necesitan más tutores o por qué los profesores piden menos burocracia. Es una lección que beneficiará a todos”, concluyó Farnsworth.