Sentimientos encontrados de coraje, impotencia, sed de venganza, compasión, pero sobre todo mucho dolor e incomprensión, es lo que confiesan haber experimentado Rita Alicia Miranda y José Robles, padres de Arath Ernesto Robles Miranda, el joven de 19 años arteramente asesinado por Francisco Sillik y Roy Raymond Martínez, ambos de 18 años, cuando vieron cara a cara a los presuntos asesinos.
Los padres de la víctima y acusados se vieron frente a frente, a sólo unos pies de distancia, en la primera audiencia celebrada en la Corte Superior del Condado Pima, solamente una hora después que los dolientes dieron cristiana sepultura a quien fuera su único hijo.
“Nosotros veníamos del panteón donde acabábamos de enterrar a nuestro hijo, llevábamos puestas las camisetas con su foto, por eso se dieron cuenta que éramos nosotros”, dijo a PRENSA ARIZONA el señor Robles.
Añadió en entrevista telefónica desde Tucson: “Uno de ellos, el que se llama Francisco se me quedó viendo, nunca olvidaré su mirada, yo también me le quedé viendo a él, y lo que usted me pregunta es muy difícil de contestar…sentí mucho coraje con ganas de agarrarlos del ‘buchi’ (cuello), pero a la vez sentí mucha impotencia y dolor”.
Por su parte Rita Alicia Miranda expresó: “Usted pregunta si los perdonamos, pues nosotros no somos nadie para perdonarlos o no, pero queremos que se haga justicia, personas como ellos no pueden andar en la calle”.
Agregó: “Desde que entramos a la Corte yo tenía muchos sentimientos encontrados: coraje, ganas de reclamarles por qué mataron así a mi hijo, por qué tanta saña, por que tanta crueldad y brutalidad, que les hizo, por que mataron así a alguien de su edad y hasta mas joven que ellos. No sé, sentí tanto dolor de tener enfrente y tan cerca a los que le quitaron la vida a mi hijo”.
Reencuentro con asesinos
De acuerdo a la Policía de Tucson, los acusados ultimaron a la víctima de una manera cruel y despiadada aquella tarde, aparentemente solo para despojarlo de su bicicleta, su cartera y otras pertenencias, en hechos ocurridos el 22 de junio.
Pero como la víctima opuso resistencia primero uno (Francisco Sillik) le disparó y ya estando tirado en el piso el otro (Roy Raymond Martínez) le dio varias puñaladas, para enseguida emprender la huida con sus pertenencias.
“Eso es lo que no podemos comprender ni aceptar, por que tanta crueldad, mi hijo no merecía morir así, el no le hacia mal a nadie”, remarcó la señora Miranda.
Los entrevistados informaron que será este viernes 11 de agosto cuando se reencuentran con los presuntos asesinos de su vástago, no saben si podrán tomar la palabra y dirigirse a ellos, pero no tienen preparado un discurso, ni seguirán un guión para decirles todo lo que hay en su corazón; ojalá el juez les de el tiempo para ello.
José Robles y Rita Alicia Miranda dijeron que están recibiendo un gran apoyo moral y legal de parte de la fundación Padres y Parientes de Víctimas de Crímenes, y de su director José Guzmán, quien es prácticamente el único que les ha extendido su mano en estos momentos tan difíciles.
“Nosotros estamos haciendo lo que podemos a nuestro alcance: orientarlos, ayudarlos a conseguir consejería y apoyo emocional y esperamos que le otorguen (a Rita Alicia) la Visa U, creo que la Corte la necesita aquí hasta que el caso sea concluido y no deberían echarla a México”, aseveró José Guzmán.
