La gobernadora Katie Hobbs proclamó el 30 de junio como el Día de los Hotshots de Granite Mountain durante su discurso en el memorial público en honor a los 19 bomberos de élite que perdieron la vida luchando contra el incendio de Yarnell Hill hace 10 años.
Ella estuvo lejos de ser la única oradora en la ceremonia conmemorativa del décimo aniversario de Prescott en evento que se llevó a cabo cerca del juzgado del condado de Yavapai.
“Mi ferviente esperanza es que realmente nunca olvidemos. Nos preparamos para el próximo desafío y mantenemos ese sentido especial de apoyo comunitario del que todos podemos enorgullecernos”, dijo el alcalde de Prescott, Phil Goode, cuando subió al podio.
El evento comenzó con el sonido de 19 campanas, cada una para honrar a los hombres que murieron mientras intentaban apagar el incendio más mortífero en la historia de Arizona.
Más temprano en el día, se inauguró oficialmente un nuevo mural en el edificio de la Cámara de Comercio de Prescott que representa a los bomberos caídos.
Los hombres eran miembros de élite del Departamento de Bomberos de Prescott. Mientras luchaban contra las llamas cerca de Yarnell, una pequeña comunidad a unas 90 millas al noroeste de Phoenix, las tormentas eléctricas cambiaron los vientos y avivaron las llamas. El incendio atrapó a los Hotshots en un cañón.
“Les debemos mucho a estos 19 hombres por proteger a nuestra comunidad del peligro”, dijo Hobbs en el evento.
La lucha contra incendios ha cambiado desde sus sacrificios. Otras cosas nunca cambian, como el amor de un hijo por su padre perdido.
Ryder Ashcraft, el hijo del bombero caído Andrew Ashcraft, fue el orador principal de la tarde.
“Que honremos a nuestros caídos parándonos más alto y compartiendo sus mensajes. Nunca olvides las almas y los símbolos que hicieron de Granite Mountain Hotshots quienes eran. Dejaron un poderoso legado, una misión con un impulso que ni siquiera la muerte puede vencer”, dijo.
