La piñata de Kate Gallego

Comparte este Articulo:

Image

Salvador Reza

Phoenix, Aztlán

srza@aol.com

602.446.9928

(Donde vive el espíritu de la verdad)

La tradición de la piñata según estudiosos remonta al nuevo año chino y fue traída por Marco Polo a Europa junto con las telas de seda que fueron parte de la causa de guerras interminables por abrir las rutas al oriente.

Pero también tiene sus raíces Mayas y Aztecas donde se quebraba una jarra de barro llena de cacao.

“Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino.

Dale, dele, dale, no pierdas el tino mide la distancia que hay en el camino.

Ya le disté uno, ya le disté dos, ya le disté tres y tu tiempo se acabó.

No quiero oro, ni quiero plata, yo solo quiero romper la piñata”

En los tiempos de la invasión la piñata se diseñaba como estrella de 7 picos para significar los 7 pecados capitales: la ira, la gula, la soberbia, la lujuria, la pereza, la avaricia, y la envidia.

Eso por supuesto fue un invento de los frailes que mezclaron la tradición de los pueblos originales de China y México para sus fines religiosos y de conquista. Entonces la piñata aun si utilizada para la diversión de los niños que están esperando la recompensa cuando llueven dulces del cielo, lleva un mensaje de luchar en contra del mal.

Aquí en tiempos modernos la piñata sigue siendo muy popular en las posadas y en los cumpleaños de los niños, aunque se haya perdido la intención original en los canticos queda algo del mensaje original:

No Pierdas el camino porque tu tiempo de vida se acaba y también lleva el mensaje contra la avaricia cuando dice, no quiero oro, ni quiero plata, yo solo quiero romper la piñata.

Lo que sí queda claro, que cuando la piñata específicamente apunta las fallas o los pecados de algún político, el personaje siempre se hace el ofendido.

Así fue en la época de Arpaio y así es durante el reinado de la alcaldesa Kate Gallego. Y es que quebrar una piñata de Kate Gallego no es sólo en contra de su personaje, sino en contra de la avaricia de las grandes corporaciones y las grandes universidades que no conformes con lo que tienen arremeten en contra de familias vulnerables que sólo piden un hogar donde vivir.

Sin embargo esa necesidad básica es arrebatada por empresarios sin escrúpulos que solo quieren el oro y la plata, como dice el canto de la piñata.

A la misma vez quebrar la piñata es un desahogo ante la frustración de meses de lucha política que aunque logró 5,000 dólares de compensación por abandonar sus hogares por parte del estado, no logró el objetivo de una remuneración justa o de poder quedarse en sus hogares de décadas donde crecieron sus hijos, donde se creó comunidad, donde vivieron sus sueños.

Si la alcaldesa se ofendió es algo personal y subjetivo y romper una piñata es algo simbólico, sin embargo perder un hogar es catastrófico y traumático para las familias que lo están viviendo en carne propia.

Ni los 5,000 USD del estado ni un puñado de dulces de la piñata lo podrán recompensar, así que viendo las cosas claras ¿Quién es el que tiene más que perder: Un político ofendido por la piñata o 150 familias tiradas con sus tiliches a la calle? Dígamelo usted.

Mantente Conectado

Ultimos Post

Categorias

Podcast


Acompañanos en nuestro Podcast

podcast

Comparte este Articulo: