Jorge Mendoza Yescas
Cónsul General de México
conphoenix@sre.gob.mx
“La sonrisa de los niños puede cambiar por completo
los días tristes de los adultos”.
La pandemia por COVID-19 ha significado una reestructuración en la vida diaria. Sin importar edad, género, raza o nacionalidad, a partir de marzo de 2020, la cotidianidad tal como se conocía cambió radicalmente. Aunque las precauciones, miedos y expectativas se mantuvieron relativamente similares, las experiencias sociales o personales le imprimen un carácter muy particular a como se hace frente a esta amenaza. En el caso de las niñas y niños, la emergencia sanitaria ha cambiado la forma de conocer el mundo que les rodea y sus hábitos para relacionarse con los demás.
La experiencia de los “Buquis” (palabra en lengua Yaqui que significa “niños”) en la pandemia ha sido un tema que el artista visual Alejandro Soria ha adoptado en su obra. Su exposición más reciente, la cual visitará Phoenix en los próximos días, invita a la reflexión –por medio de vibrantes colores, texturas y formas— a un periodo que resuena en la mente de todos y que continúa impactando la vida de todas y todos.
Una característica que los expresivos rostros tienen es que a la mitad cuentan con un patrón visual, una interpretación de cómo las niñas y niños experimentan la pandemia. El artista sonorense lo ve como un “tatuaje virtual”, un diseño que los va a proteger como adultos, ya que éste se transformará en una especie de armadura medieval que los protegerá ante las adversidades de su vida adulta.
La exposición está compuesta por más de veinte piezas realizadas en técnica mixta y acrílico, plasmadas en lienzo o papel, y dos esculturas –“La Morrita” y “El Morrito”, las primeras piezas públicas que realiza el artista—, las cuales realizó con pedacería metálica. Con ingenio y mucho talento, el artista “protege” a los “buquis” presentes en cada pieza con un cubrebocas.
En palabras del artista:
“Si uno le dedica unos momentos a apreciar la obra, de alguna manera se aprecia cómo se está reflejando la personalidad de cada buqui. Plasmo distintas tonalidades a través de la técnica mixta para que el observador conecte con ellos o enlazándolo con su descendencia.
Sabemos que los protocolos de salud son importantes, dentro de ellos el cubrebocas es una práctica a seguir y aquí es donde esta exposición contiene una singularidad: los rostros de los niños plasmados en las obras cuentan con cubrebocas. De esta manera las pinturas se protegen de los visitantes que acuden a observarlas.”
Se invita a la comunidad a disfrutar de esta exposición abierta al público del 4 al 29 de marzo en un horario de 8 am a 5 pm en la Sala Carlos Fuentes del Consulado General de México en Phoenix (320 E. McDowell Rd. Suite 300, Phoenix, AZ 85004).
El uso de cubrebocas en la sala es obligatorio, sin importar estatus de vacunación.
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