Resurge de la mano de Dios 

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Después de un bajón productivo, Eugenio Suárez ha retomado su poder al bat

En el mes de junio el tercera base de los Arizona Diamondbacks batallaba para conectar imparables, hubo un momento que Eugenio Suárez iba con solo cuatro hits en 35 turnos, obligando al manager Torey Lovullo a realizar ajustes en el linep up como dejar sentado al venezolano.

Incluso se llegó a rumorear que los D-backs escucharían ofertas por Suárez en aquella parte de la temporada, no obstante el venezolano continuó en Arizona.

Suárez fue adquirido por los Diamondbacks en noviembre pasado por el lanzador de ligas menores Carlos Vargas y el receptor suplente Seby Zavala; el simpático tercera base venía de un año un tanto malo para los Marineros de Seattle.

Jugó en los 162 juegos, pero bateó solo .232, con 22 jonrones y un OPS de .714, para un OPS+ de 103 apenas por encima del promedio de la liga y también lideró la liga con 214 ponches; antes de eso, el jugador de 32 años había conectado 246 jonrones en su carrera que incluyeron una temporada de 49 jonrones en 2019 y otras tres temporadas de 30 jonrones.

Suárez llegó con un contrato que le adeuda $11.3 millones de dólares en 2024, con una opción del equipo para 2025 que le pagaría $15 millones si la ejercía, o una rescisión de $2 millones si no la ejercía y durante los primeros tres meses de la temporada, ejercer esa opción parecía una posibilidad remota.

Suárez bateó apenas .196/.279/.312, con seis jonrones y 32 carreras impulsadas hasta el 30 de junio; las cosas se pusieron tan mal que a mediados de juniocomenzó a perder algo de tiempo de juego. Ya sea dándole aperturas a Blaze Alexander o frecuentemente bateando de emergente por él, parecía que todo estaba escrito.

Olvídense de ejercer la opción de 2025, la conversación se había centrado en si Suárez llegaría al receso del Juego de las Estrellas sin ser designado para asignación. Esa conversación se calmó cuando Geraldo Perdomo fue activado de la lista de lesionados y Suárez todavía estaba en el equipo después de que se hicieron los movimientos de la lista (Pavin Smith fue enviado a Triple-A Reno).

Ahora la discusión se ha centrado en si los Dbacks deberían ejercer la opción de Suárez, pues desde julio, ha bateado .316/.367/.658, para un asombroso OPS de 1.024; ha conectado 20 jonrones, 17 dobles y ha impulsado 58 carreras.

Suárez está empatado con Shohei Ohtani, Aaron Judge y Brent Rooker por la mayor cantidad de jonrones desde el 1 de julio y lidera toda la MLB en carreras impulsadas. Su OPS es séptimo y fue su actitud desinteresada, su compromiso y su apertura al cambio lo que trajo los resultados.

La línea de temporada completa de Suárez actualmente se ubica en .250/.318/.467 con 26 jonrones y 90 carreras impulsadas y con los juegos restantes en la temporada y hay una posibilidad bastante decente de que termine con 30 jonrones y 100 carreras impulsadas antes de que termine la temporada regular.

Los Diamondbacks tienen varios buenos prospectos en las ligas menores capaces de jugar en la tercera base. Eso incluye a Jordan Lawlar, quien potencialmente podría pasar a la esquina caliente, y Gino Groover, quien recientemente fue ascendido a Doble-A Amarillo. Pero ninguno de estos jugadores está listo para asumir un papel de todos los días a partir de 2025.

Si los Diamondbacks creen que Suárez puede evitar el paso del tiempo por un año más y producir de manera algo más consistente, entonces ejercer su opción será casi una certeza para el equipo. Basándonos en la segunda mitad que está teniendo, no hay razón para creer lo contrario.

Por lo tanto, la proyección es que Mike Hazen decidirá ejercer la opción de Suárez para la temporada 2025 y regresará a la tercera base de los Diamondbacks de Arizona a partir de la primavera.

La clave es Cristo 

En cada turno al bat en el Chase Field sabemos que se acerca Suárez al sonar una canción de alabanza cristiana, “Creeré”, o bien un merengue de Juan Luis Guerra, “Las Avispas”, por solo poner un ejemplo.

Y para Suárez, la combinación del trabajo duro, con su fe en Cristo han dado resultados positivos para que el tercera base sea una pieza clave en la última parte de la temporada donde los D-backs están aferrados a uno de los tres lugares del Comodín de la Liga Nacional.

“El trabajo fuerte (es la clave), en verdad la dedicación, las ganas de salir de ese bache de donde me encontraba, poniendo todo en las manos de Dios, el es quien pone y quita reyes, el me ha dado la oportunidad lo que hoy en día soy y de verdad le agradezco a Dios la oportunidad de jugar beisbol todos los días”, mencionó.

En esos momentos duros en donde llegó a ser sacado del line up y teniendo que ver el juego desde la banca, Suárez logró rehacerse, confiando en Dios.

“Creo que es el que me ha dado la fortaleza de levantarme de donde estaba y darle un giro en mi temporada, y seguir teniendo la confianza en Dios porque es el todo lo puede, soy un instrumento de su gracia, doy lo mejor de mí todos los días, trabajo fuerte para que eso se vea reflejado en el terreno de juego”, comentó.

Cómo manejar la presión

al final de la temporada

De nuevo los Arizona Diamondbacks están en la conversación rumbo a la postemporada, al momento de escribir este artículo les restaban tres series, una de visita en Milwaukee y dos en casa, contra San Francisco y San Diego, peligrosas las tres.

“Esa es la emoción de estar en la contienda por los playoffs, obviamente nosotros, como ustedes dicen, aunque no queramos si volteamos atrás (para ver el standing), pero al mismo tiempo nos importa como jugamos nosotros, como nosotros podemos controlar emociones, poder controlar juegos como el de hoy (domingo 15 ante Milwaukee), donde estábamos arriba, empatamos, y todas esas emociones tenemos que controlarlas, sabemos que confiar que el line up de nosotros tiene una profundidad muy buena en cada juego y ahí está, el noveno inning fue un inning especial, fue un inning bueno, en donde pudimos empatar el juego y poder ganarlo”, aseguró.

Los D-backs estaban dos juegos y medio detrás del primer lugar del comodín que eran los Padres de San Diego, pero con una ventaja de uno y medio sobre Mets y Bravos. Pero para Suárez la clave es ir partido por partido tras la victoria, ya que dependen de ellos mismos. Cabe recordar que son tres equipos los que clasifican como “wild card” (Comodín) 

“Esta es la mentalidad de nosotros el poder ganar un juego, no importa lo que los demás equipos hagan, ellos vienen allí, nosotros siempre he dicho, nosotros dependemos de nosotros mismos, no de ellos y esa tiene que ser la mentalidad de nosotros, jugar duro y ganar juegos”, concluyó.

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