Feliz Año Nuevo se pregona por todo el mundo. El Papa Gregorio XIII introdujo el calendario Gregoriano en 1582 al percatarse que el calendario Juliano impuesto por el emperador Julio Cesar en el año 46 antes de Cristo estaba fuera de tiempo.
Los europeos se dieron cuenta que los Mayas y los Aztecas tenían un calendario más exacto que no tenía que reponerse con años bisiestos, porque ellos sabían que la rotación del sol variaba por seis horas cada año.
Cada gran civilización tiene su año nuevo en diferentes etapas de la rotación de la tierra: Los chinos tienen su año nuevo chino y los aztecas el año nuevo de acuerdo con la famosa Piedra del Sol.
Lo que tenemos que preguntarnos es: ¿El 2025 en realidad va a ser un año feliz?
Para el pueblo migrante más bien va a ser un año de zozobra, miedo, pero sobre todo de resistencia.
Entre 2007 y 2010 en Arizona se estima que más de doscientos mil personas se fueron del estado, pues la estrategia de Russell Pearce de “Attrition by Enforcement” (desgaste por aplicación de la ley) fue bastante exitosa.
Lo que no se esperaba es los que no corrieron eran los más valientes, los que estaban dispuestos a luchar por el bienestar de sus hijos, por el bienestar de su comunidad y esos fueron los que finalmente causaron su destitución y que por 14 años cesaran las leyes antiinmigrantes en las entrañas de la legislatura Arizonense.
Es por eso que en el año 2025 tenemos que pensar seriamente: ¿Sí estamos dispuestos a luchar o si nos vamos a devolver a nuestros países de orígen como quiere Donald Trump?
A los que tengan miedo yo les aconsejo que se preparen para huir o vivir constantemente con miedo a las autoridades.
A los valientes que cruzaron los desiertos, nadaron el Río Bravo, desafiaron mafias, policías corruptos en México, Guatemala y Honduras, yo les aconsejo que se unan con nosotros en nuestras reuniones semanales comenzando el 6 de enero en las instalaciones de Tonatierra ubicada en la 802 de la Calle 7 esquina con McKinley para reanudar los Comités de Defensa de los Barrios.
Allí aprenderemos no solo nuestros derechos civiles, pero también nuestros derechos humanos como pueblos ancestrales, formaremos comités de vigilancia como lo hicimos con Arpaio donde se entrenaba a los vecindarios a grabar las paradas de los sheriffs, la policía o la migra.
Se utilizaron redes telefónicas para avisar cuando andaban sueltos los perros por los vecindarios, nos preparamos legalmente para retar arrestos injustificados y teníamos asesoría legal por abogados voluntarios.
Pero lo más importante es que recuperamos el sentido de vecindarios para apoyar alguna madre que se quedó sola con sus hijos después de una parada de tránsito por la patrulla de caminos, policías racistas, etc.
Los siguientes cuatro años son años de lucha y al igual que un boxeador que ya tiene la pelea anunciada necesitamos entrenarnos para lo que viene, sabemos que vamos a recibir golpes duros, pero también podemos responder golpeando al enemigo donde más le duele, en el bolsillo.
Durante la batalla contra Arpaio, logramos que Wells Fargo Bank lo corriera del edificio cuando el pueblo afectado empezó a sacar su dinero y decirles porque lo sacaban.
La cervecería Budweiser bajo de ser la primera en Arizona a la tercera porque las licorerías en el barrio dejaron de vender Budweiser, mas bien porque nadie les compraba.
También tuvimos marchas con más de 150,000 almas y el respaldo de artistas como Jenny Rivera, Los Tigres del Norte y muchos otros que dejaron de venir a Arizona.
Los esperamos el 6 de enero en Tonatierra a las seis de la tarde y también el sábado 11 de enero a las diez de la mañana para obtener información de cómo prepararse en caso de que alguien en su familia sea arrestado.