El 12 de octubre de 1992 los corredores espirituales de las Jornadas de Paz y Dignidad llegamos a México después de 6 meses y medio de correr desde Tok Alaska hasta los templos sagrados de Teotihuacán.
Nuestra intención no era conmemorar el Día de la Raza, nuestra intención no era celebrar el encuentro entre 2 culturas, nuestra intención no era decir que éramos la raza mestiza, ni la raza hispana, ni la raza cósmica.
Nuestra intención era todo lo contrario, nuestra intención era desenmascarar la mentira del día de la hispanidad, del día de la raza, del día del mestizaje; nunca fue un encuentro entre 2 culturas, más bien fue un encontronazo, un intento de genocidio que aún persiste en todos los niveles.
Primero trataron de aniquilar nuestros cuerpos, al no poder hacerlo después de 25 millones de muertos trataron de desmantelar nuestra cultura y finalmente a través de la religión intentaron aniquilar nuestra espiritualidad.
Últimamente a existido un intento a nivel simbólico de reconocer el día como el de los pueblos originarios y ya es costumbre pedir disculpas por la colonización y en otros casos como es el caso del Presidente Andrés Manuel López Obrador exigir, una disculpa por parte de España.
Esto se hace con la intención de manipular los sentimientos engendrados en nuestros pueblos que aspiran una existencia libre de yugos, sin embargo, la infraestructura de la conquista sigue latente a través de los tratados antiguos y los tratados modernos como T-MEC, (Tratado entre Mexico, Estados Unidos y Canada).
Esos tratados son las versiones modernas de aquellas Bulas Papales denominadas Inter Caetera y firmados en mayo 4 de 1493 por el Papa Alejandro VI otorgándole al rey de España Fernando II y a La Reina Isabel I de Castilla todas las tierras al oeste de una línea imaginaria dibujada de polo norte al polo sur al oeste de las islas Azores y Cabo Verde.
En las tierras se incluía todo lo que allí existía y los reyes serian soberanos sobre la fauna silvestre, los animales, y los seres humanos que vivieran allí; esas Bulas Papales otorgaba el derecho, aun existente de que los poderes europeos establecieran la jurisprudencia necesaria para el dominio sobre todos los pueblos no habitados por Cristianos.
El estado de arizona proclama el día de los pueblos indígenas, sin embargo, los gobernadores, los legisladores, el alguacil Penzone, y la policía en todos los condados y ciudades de Arizona sigue deportando a los pueblos a los que simbólicamente exaltan en un día que no concuerda con la realidad histórica.
En México seguimos llamándolo el Día de la Raza sin darnos cuenta que en realidad es nomás un juego de palabras para esconder lo que se proclamó en España como el día de la hispanidad.
Nosotros los mexicanos nos comimos la teoría del mestizaje sin darnos cuenta que era una teoría para borrar nuestro legado indígena: “Un mestizo más, es un indio menos,” fue la intencion de la teoría del mestizaje.
Fue un intento de José Vasconcelos, después de la revolucion mexicana de realzar el mestizaje como contrapropuesta contra la teoría NAZI de Hitler de la superioridad del hombre blanco.
Lo único que podemos celebrar el 12 de Octubre es que hemos sobrevivido 530 años de intento de genocidio espiritual, cultural, y físico y aquí seguimos enraizados en nuestra madre tierra en los territorios que nos vieron nacer.
No somos ilegales, no somos extranjeros en nuestra propia tierra. Somos pueblos ancestrales enraizados aquí desde tiempo inmemorial.