La Organización Mundial de la Salud ha creado una comisión para abordar la soledad como una amenaza para la salud global. CORTESIA: Pexels / Pixabay
Gobiernos implementan medidas para combatir muertes en aislamiento
Cada año, miles de personas en Corea del Sur, principalmente hombres de mediana edad, fallecen en soledad, a menudo sin que sus cuerpos sean hallados hasta días o semanas después. Estas “muertes solitarias”, conocidas en coreano como godoksa, reflejan un creciente problema social en el país, que enfrenta una grave crisis de aislamiento y soledad. Ante esta realidad, el gobierno de Seúl ha anunciado un plan de inversión de aproximadamente $327 millones en los próximos cinco años para luchar contra la soledad y el aislamiento social en la ciudad capital.
El alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, explicó que la iniciativa se enfoca en “crear una ciudad donde nadie se sienta solo”. Con estas medidas, se espera que el gobierno local pueda brindar apoyo a las personas aisladas, ayudándolas a reintegrarse a la sociedad. La estrategia incluye líneas de asistencia telefónica con consejeros de soledad las 24 horas del día, una plataforma de asesoramiento en línea y visitas en persona a ciudadanos en situación de aislamiento. La ciudad también ampliará los servicios psicológicos, mejorará los espacios verdes y lanzará programas de actividades grupales, como clubes de jardinería y deportes, para promover la conexión social.
El aislamiento y la soledad no son exclusivos de Corea del Sur, pero el país enfrenta desafíos culturales únicos que agudizan esta situación. Según An Soo-jung, profesor de psicología en la Universidad Myongji, la cultura coreana enfatiza la “orientación relacional”, donde el valor personal a menudo se mide en función del impacto social y la contribución a la comunidad. Esto significa que, a pesar de tener círculos sociales activos, muchos coreanos pueden experimentar una profunda sensación de soledad si sienten que no son “útiles” o que no están logrando suficiente éxito.
El fenómeno de los hikikomori, personas que se aíslan de la sociedad por completo y pasan meses o años en reclusión, ha aumentado en el país. Según datos de 2022, Corea del Sur tenía cerca de 244,000 personas en esta situación. Además, el Ministerio de Salud y Bienestar reportó un aumento constante en las muertes en soledad, que llegaron a 3,661 el año pasado. Estas muertes afectan de manera desproporcionada a hombres de entre 50 y 60 años, quienes representaron más del 84% de los casos.
Iniciativas Internacionales
Corea del Sur no es el único país que enfrenta esta problemática. Japón, donde el fenómeno hikikomori fue reconocido por primera vez, cuenta desde 2021 con un Ministerio de Soledad y Aislamiento. El Reino Unido y los Estados Unidos también han lanzado iniciativas similares. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha creado una comisión para abordar la soledad como una amenaza para la salud global.
Corea del Sur ha aprobado enmiendas a la Ley de Prevención y Gestión de la Muerte en Soledad para dar soporte financiero a jóvenes en aislamiento, ofreciendo hasta $475 mensuales para ayudarles a “reinsertarse en la sociedad”. Sin embargo, An Soo-jung advirtió que simplemente aumentar las conexiones físicas puede no ser suficiente. Resolver este problema requiere cambios sociales profundos que permitan a las personas desarrollar la fortaleza emocional para estar solas y cuidarse.
Con una tasa de mortalidad en aumento y una crisis demográfica de población envejecida, Corea del Sur enfrenta el reto de combatir una epidemia de soledad. Las políticas de apoyo e intervención temprana son solo un primer paso; los expertos creen que se necesita un cambio cultural para fomentar la autocompasión y la resiliencia, elementos clave para que las personas puedan hacer frente a la soledad sin que esta afecte su bienestar.