La decisión de Kyrsten Sinema de no buscar la reelección, cierra la carrera por su escaño entre Rubén Gallego y la trumpista Kari Lake. SCREENSHOT: Kyrsten Sinema / X
Reconoce que su estilo de gobierno no es popular entre los votantes
La senadora Krysten Sinema anunció esta semana que no buscará un segundo mandato después de meses de especulaciones sobre su futuro político tras su decisión a fines de 2022 de abandonar el Partido Demócrata.
Sinema, quien se había ganado una reputación como negociadora que buscaba tender puentes sobre la división partidista en el Senado para fomentar el compromiso, citó el aumento de la partidización de la política estadounidense en un video que publicó en X, antes conocido como Twitter y reconoció que su estilo de gobierno no era popular entre los votantes y dijo que no buscaría la reelección.
“Las únicas victorias políticas que importan en estos días son simbólicas, atacar a tus oponentes en las noticias por cable o en las redes sociales. Creo en mi enfoque. Pero no es lo que quiere Estados Unidos en este momento”, dijo.
“Ha sido un honor servir a Arizona durante los últimos 20 años”, agregó.
Sinema, quien cambió su afiliación partidista de demócrata a independiente en diciembre de 2022, ha sido objeto de críticas de su propio partido por aliarse con los republicanos en votos críticos, principalmente para preservar el filibusterismo.
Anteriormente autodenominada progresista, Sinema también ha sido criticada por muchos liberales por recibir dinero de cabilderos corporativos.
Sinema también fue censurada por el Partido Demócrata de Arizona en 2022 por ayudar a bloquear la derogación del filibusterismo y poco después, anunció que se convertiría en independiente.
Sinema citó la legislación bipartidista en la que trabajó, dirigida a la infraestructura y la Ley CHIPS, como importantes logros durante su tiempo en el Senado.
El lunes, el congresista demócrata Rubén Gallego presentó más de 14,000 firmas para su candidatura para ganar el escaño en el Senado de Sinema, el doble de las 6,500 necesarias para ser recogidas.
Gallego agradeció a Sinema por su servicio al estado y la instó a unirse a él en “rechazar a Kari Lake” y proteger “el acceso al aborto, abordar la asequibilidad de la vivienda, asegurar nuestro suministro de agua” y “defender nuestra democracia”.
