La alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, y el alcalde de Mesa, John Giles, se unieron a estudiantes indocumentados y líderes de negocios para llamar a los votantes a apoyar la Proposición 308, que consideran benéfica para todo el estado.
La medida de la boleta otorgaría a cualquier estudiante, independientemente de su estatus, la capacidad de pagar la matrícula a las tarifas estatales si se graduaron de una escuela secundaria de Arizona y han vivido en el estado durante dos años antes de eso.
Una encuesta encargada por la campaña Sí a la 308 mostró que dos de cada tres votantes de Arizona apoyan la medida electoral.
Los defensores de la Proposición 308 promocionan el apoyo bipartidista que ha recibido la medida electoral y la campaña publicó recientemente una carta firmada por 28 republicanos destacados, incluido el presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, Rusty Bowers, y la exrepresentante Michelle Udall, en la que pedían a los votantes conservadores que apoyaran la medida.
Gallego, demócrata, y Giles, republicano, son optimistas de que los votantes verán el valor de apoyar la Proposición 308.
La educación es un valor central para los arizonenses, dijo Gallego. “Se merecen el mismo campo de juego nivelado que sus compañeros de la escuela secundaria”.
Giles dijo que el enfoque debe alejarse de los argumentos partidistas. Es un tema sobre la fuerza laboral, la economía y la equidad fundamental, dijo.
Los dos alcaldes también dicen que beneficiará económicamente al estado a medida que las empresas luchan con problemas de mano de obra.
Gallego recordó que la suya fue la primera oficina en el gobierno de Phoenix en contratar “Soñadores” para su personal.
“Quiero que otros empleadores tengan la oportunidad de tener acceso a todos estos excelentes jóvenes”, dijo.
Giles dijo que la aprobación de la medida sería buena para la sociedad y la economía y a medida que grandes empresas como Google y Apple llegan a Mesa, asegurarse de que haya una fuerza laboral educada disponible es importante para el crecimiento económico de la ciudad, dijo.
“Sería vergonzoso negar a los estudiantes indocumentados la oportunidad de contribuir a nuestra sociedad. Deberíamos incentivar a estos jovenes para que asistan a un colegio comunitario”, dijo Giles.
En este momento hay más demanda que oferta de trabajadores educados, dijo Giles.
La voz de los soñadores
El apoyo bipartidista de Gallego y Giles refleja que la medida no es una cuestión de política sino una oportunidad para brindar equidad en la educación, dijo.
Hazel Villatoro se sintió apoyada y feliz de ver a los dos alcaldes en la conferencia de prensa.
“Te da esa felicidad y esa sensación de que va a pasar”, dijo Villatoro.
La joven de 17 años se graduó un año antes de la escuela secundaria y está en su primer año en GCU y dijo que está siguiendo el ejemplo que sus hermanos mayores dieron para obtener una educación superior.
En 2006, los votantes de Arizona tomaron medidas para restringir el acceso a la matrícula y la asistencia financiera financiada por el estado a los estudiantes indocumentados.
Los críticos de la Proposición 208 dicen que dar matrícula estatal a los estudiantes indocumentados sería una carga económica para el estado y que la ley actual debería mantenerse.
Mónica Villalobos, presidente de Cámara de Comercio Hispana de Arizona (AZHCC, por sus siglas en inglés) desmintió esa versión y aseguró que el impacto económico de la Proposición 308 sólo es de beneficio, pues permitirá a los estudiantes prepararse para mejores empleos y a su vez retornar más en impuestos.
“Es muy importante aclarar que esta propuesta no le cuesta absolutamente nada a los contribuyentes, así que sólo nos dejará beneficios con profesionistas más preparados, mano de obra calificada y el retorno de la inversión por su educación en forma de impuestos, cuando entren al sector productivo”, afirmó la líder de AZHCC.
Unos 3.600 estudiantes indocumentados al año en Arizona podrían aprovechar la tasa estatal, según el Consejo Estadounidense de Inmigración, que también encontró que obtener un título universitario pagando la matrícula estatal aumentaría las ganancias de los Dreamers de Arizona en más de $28 millones al año y elevaría su poder adquisitivo en más de $23 millones al año.
