Las máquinas de votación se han utilizado en Arizona desde 1881, pero un proyecto de ley del Partido Republicano las prohibiría y una propuesta basada en teorías de conspiración, ya aprobada en el comité, también eliminaría centros de votación.
Las elecciones volverían a los métodos del siglo XIX, con su ritmo glacial y precisión defectuosa y reduciría el acceso de los votantes, señalan los críticos.
La propuesta tiene sus raíces en la creencia de que las elecciones de 2020 fueron “robadas” a Donald Trump y aunque hay varias teorías sin evidencia que pretenden explicar cómo sucedió eso, una destacada es que las máquinas de conteo de votos fueron manipuladas para cambiar los votos de Trump a Joe Biden.
La idea fue descartada por la corte por falta de evidencia, y una revisión electoral sesgada realizada el año pasado por el Senado de Arizona examinó a los tabuladores de boletas en el condado de Maricopa y no encontró nada que respaldara el reclamo.
No obstante, Wendy Rogers que ha creado un seguimiento político a nivel nacional al defender mentiras ampliamente desacreditadas sobre las elecciones de 2020 dice que las máquinas diseñadas para contar rápidamente las boletas con mayor precisión que los humanos, tienen más probabilidades de generar resultados falsos debido a las trampas.
“Estas son solo boletas en papel, esto elimina las máquinas”, dijo la senadora Wendy Rogers, R-Flagstaff, sobre su proyecto de ley del Senado 1338.
Citó al CEO de Cyber Ninjas, Doug Logan, como la inspiración detrás de intentar prohibir cualquier uso de tecnología en futuras elecciones; la compañía dirigió la llamada “auditoría” de las elecciones de 2020, a pesar de no tener experiencia en el análisis de elecciones ni conocimiento de la ley electoral de Arizona.
Logan, al igual que Rogers, fue un firme defensor de las mentiras electorales de que el resultado se vio afectado por un fraude desenfrenado, y trabajó para persuadir a los senadores estadounidenses de anular las elecciones en Arizona y otros estados en disputa.
Los republicanos en Arizona y en las legislaturas estatales de todo el país están impulsando cientos de medidas para agregar barreras a la votación y facilitarles la anulación de los resultados, a menudo con el pretexto de detener el extremadamente raro fraude electoral que, según afirman falsamente, es la razón por la cual los demócratas ganó carreras reñidas en 2018 y 2020.
La tecnología se ha convertido en un elemento básico de la vida estadounidense, dijo Jen Marson, directora ejecutiva de la Asociación de Condados de Arizona, que se opone al proyecto de ley y en este caso, la tecnología permite que las elecciones se lleven a cabo de manera más eficiente y precisa.
Las máquinas tabuladoras se someten a rigurosas pruebas de software y precisión antes de ser utilizadas en las elecciones y eso incluye un conteo manual para comparar los totales de las máquinas y garantizar que puedan pasar un estándar sin errores, junto con pruebas de lógica y precisión realizadas antes y después de cada elección; todas las máquinas del condado de Maricopa están certificadas tanto por el estado como por la Comisión de Asistencia Electoral de Estados Unidos.
Mientras tanto, se ha descubierto que los conteos manuales dan como resultado tasas de error de hasta el 2 por ciento, un margen que verdaderamente podría influir en elecciones cerradas.
Las máquinas de votación se han utilizado en Arizona desde 1881, unos 30 años antes de la convertirse en estado y volver a contar las elecciones a mano invariablemente alargaría el tiempo que se tarda en anunciar los resultados de las elecciones e incluso podría ser logísticamente imposible.
En 2020, había cerca de cuatro millones de votantes registrados en todo el estado y Marson dijo que ese número aumenta cada año, por lo que cuestionó la capacidad del estado para reclutar suficiente mano de obra para contar las boletas, especialmente bajo la presión de los arizonenses que quieren saber los resultados rápidamente.
Algunas boletas tienen varias docenas de contiendas además de las federales y estatales, pueden incluir propuestas electorales, elecciones de ciudades y condados, juntas escolares, distritos de agua y bomberos, jueces y más.
