El Partido Republicano de Arizona está al borde de la bancarrota según múltiples informes y todo indica que mantener el argumento de que le robaron las elecciones a Donald Trump tiene consecuencias financieras para sus fieles seguidores.
Hace cuatro años, el Partido Republicano de Arizona tenía más de $770,000 y ahora sólo alrededor de $50,000 y la gran disminución de los ahorros se debe en gran parte a los gastos en los que han incurrido por el intento de Trump de derrocar las elecciones presidenciales de 2020 y según analistas políticos “inevitablemente tendrá problemas en 2024 si no ponen sus finanzas en orden”.
Jeff DeWitt, el nuevo presidente de los republicanos en Arizona quedó con una herencia poco tentadora de parte de su predecesora Kelly Ward, que le dejó el partido en números rojos tanto en dinero como en victorias.
Para el Partido Republicano será difícil pagar alquiler, nómina y las operaciones de campaña en un año crucial como 2024, y es que gastó 300,000 dólares en “consultoría legal”, gran parte de la cual se centró en revertir la derrota de Trump en 2020.
Según artículo de The Arizona Republic, las acciones tontas y desagradables del partido han llevado a un gran número de votantes republicanos registrados a cambiar su afiliación a “independiente”.
A partir de abril, el 34,6% de los votantes están registrados como republicanos y esto se compara bien con el 30,3% que son demócratas de Arizona, pero entre los dos partidos está el creciente contingente de los no afiliados.
Los votantes independientes ahora representan el 34,3% de los votantes registrados en el estado y por recuento, una ganancia neta de solo 10,077 nuevos independientes los convertiría en el “partido” más grande de Arizona.
Las razones de esto son bastante obvias, con dos partidos que se están haciendo cada vez más extremistas, pero sobre todo con unos republicanos MAGA o fanáticos trumpistas que han pasado el límite de la sensatez y que además han tenido dolorosas derrotas en los últimos dos ciclos electorales.
Si a todo esto se aúnan los crecientes problemas legales de su líder Donald Trump, que espera su segunda acusación federal y segunda estatal para un total de cuatro juicios criminales antes de la elección 2024, el panorama republicano no pinta nada alentador.
Y es que las incongruencias del que antes se decía el Partido de la Ley y el Orden han sido claramente evidenciadas en su defensa de lo indefendible, pues la mayoría de los seguidores de Trump que ganaron espacios en el en Congreso de los Estados Unidos y en las legislaturas estatales han dejado de buscar el bien común se han convertido en radicales defensores del culto MAGA.
Luego de derrotas por estrecho margen en los últimos dos ciclos electorales, DeWit, ex asistente de campaña de Trump, busca un cambio de dirección para el partido.